La Macro KDD Citroën
Adoro los coches antiguos, me encanta ese sonido tan característico e inconfundible que hacen al arrancar, ese rugido ronco de un sufrido motor que lleva años en funcionamiento y miles de kilómetros a sus espaldas.
Pero no solo eso, las formas desfasadas de sus carrocerías, su frágil aspecto y sobre todo el cariño de sus esforzados dueños, que los miman como si de un hijo más se tratara. Todo ello hace que sienta verdadera devoción por estos supervivientes del asfalto.
Es por ello, que cuando me enteré de manera totalmente casual, que había una concentración de automóviles de todas las épocas, organizada por Citroën, no dudé en acercarme.
Se trata de la Macro KDD, un evento anual que une pasado, presente y futuro de la marca, y donde los aficionados del motor en general, y amantes de Citroën en particular, se reúnen para presumir de sus coches y disfrutar de un acontecimiento único.
En él no solo podemos disfrutar de cientos de vehículos de todos los tiempos, además se realizan diferentes actividades para todos los públicos en un ambiente festivo difícilmente comparable, y amenizado por un presentador.
Historia
Los orígenes de todo esto se remontan al año 2008, cuando un grupo de aficionados pertenecientes al club Citroën C5 España, realizaron una convocatoria totalmente independiente a nivel nacional, mediante foros y blogs, consiguiendo la participación de 100 automóviles.
Tan solo un año más tarde, la propia marca se hizo eco de esta iniciativa y decidió colaborar activamente en el evento. Desde entonces la concentración ha ido sumando adeptos, hasta superar los 300 vehículos participantes de las últimas ediciones, mostrando una mejora sustancial en cuanto a organización y los modelos presentes.
De este modo cada año, en el parking de los cines Kinépolis de Madrid se organiza una concentración, en la que la marca se vuelca con los usuarios pero de una forma no invasiva, es decir, sin pedir nada a cambio, salvo la participación de los asistentes.
En resumidas cuentas, la KDD es la suma del cariño de los fans por sus coches y la colaboración de la marca a nivel organizativo.
Los coches
Como no podía ser de otra manera, en un evento automovilístico como este, los coches son auténticos los protagonistas.
Cientos de vehículos de toda clase y antigüedad, desde los más nuevos a los más clásicos (algunos con casi cien años) acuden desinteresadamente a este acontecimiento, desde diferentes lugares, solo por el mero hecho de reunirse con otros amantes del motor. Todos ellos se congregan en una fiesta esperada por muchos, y que no decepciona a nadie.
Si os soy honesto, yo he participado en las últimas ocasiones porque el evento se realiza cerca de mi casa, a unos diez minutos en coche, pero lo más sorprendente de todo, es que hay gente que viene desde provincias tan lejanas como Galicia o Andalucía, siempre llenos de ilusión y ganas de mostrar sus coches.
Personalmente, y como os he contado al principio del artículo, siento especial predilección por los modelos clásicos, sobre todo por aquellos que marcaron un antes y un después, y que son recordados por todos, sean o no grandes conocedores de este sector.
En mi caso, mis conocimientos de la historia del automóvil son mínimos, por no decir nulos, sin embargo disfruto enormemente al ver en perfecto estado coches tan míticos como el Citröen 2 CV , el DS (popularmente llamado Tiburón) o mi favorito sin lugar a dudas, el Traction Avant.
Además, es increíble ver como los propietarios se esmeran en mostrar sus automóviles en perfecto estado, todos ellos impecables, relucientes y cuidadosamente puestos a punto.
Desarrollo y actividades
La KDD abre sus puertas a participantes y curiosos a partir de las 10:00h aproximadamente. Nadas más entrar un par de azafatas nos obsequian con un pequeña bolsa con algunos recuerdos del acontecimiento y unos tickets canjeables por un tentempié a media mañana, y una participación en la tómbola que se realiza unas horas más adelante.
Acto seguido, para entrar al parking donde se reúnen todos los coches, debemos pasar por una especie de check-point al más puro estilo rally. Se trata de una plataforma elevada culminada por un arco, en la que todos los asistentes se hacen la foto de rigor que atestigua de manera «oficial» la participación en el evento, y que después será publicada en su página web.
Los coches se van sumando poco a poco a lo largo de la mañana, creando gran expectación los modelos más antiguos, y que dada su veteranía son prácticamente imposibles de ver en las carreteras.
A su llegada, los vehículos se agrupan por modelos, pudiendo ver de un solo vistazo y de manera casi cronológica, buena parte de la historia de la marca francesa, desde sus orígenes hasta el presente.
Pero no solamente eso, Citroën siempre suele colaborar presentando coches que están a punto de salir al mercado y/o llevando concept cars que hacen las delicias de todos los asistentes, mostrando así por adelantado el futuro más próximo de la marca.
De este modo, aprovechando la concentración se presentaron los modelos C3 Picasso (2009), DS3 (2010), GT By Citroën (2011), C4 Aircross y DS5 Hybrid4 (2012), DS3 Cabrio (2013) y C4 Cactus (2014).
Es más, en muchas ocasiones también se han podido probar algunos vehículos como C-Elysée o el eléctrico C-Zero. Incluso en algunas ediciones, los niños han llegado a contar con un pequeño circuito de educación vial.
Todo ello gracias a la inestimable labor de los voluntarios que con su desinteresado trabajo hacen posible todo esto.
Por último, sobre las 14:00h el evento toca su fin, sin embargo, muchos de los participantes inician una peculiar peregrinación hacia la sierra de Madrid donde realizan una comida con colofón a este día.
Para terminar comentaros, que si os ha gustado la idea, solo deciros que la próxima edición está prevista para el 23/05/2015. ¡Allí os esperan!
Fuentes
«Macro KDD Citroën: Cuando algo puntual se convierte en tradición» en Citroën. El blog
Macro KDD
CitröFamily
14/01/2016 | 23:12
No soy un gran fanático de Citroën, pero me parece muy curioso que hasta las marcas más «utilitarias» como esta tenga sus propias quedadas de aficionados ¡Bravo por ellos!