Mar
28
2018

‘Boogerman’, el plataformas más escatológico

Compartir en... Twitter Facebook Menéame Whatsapp

Boogerman - Portada

Creo que el juego del que vamos a hablar hoy es un auténtico desconocido para muchos de vosotros. Y con razón, ya que no puede decirse que sea un título de culto o una joya que pasó desapercibida.

«Boogerman» es un juego de plataformas de MegaDrive en una época en la que si algo teníamos de sobra eran, precisamente, juegos de plataformas. Me refiero a los últimos años de las consolas de 16 bits, antes de PlayStation llegara y lo pusiera todo patas arriba.

El título completo del juego es «Boogerman: A Pick and Flick Adventure», donde el término «pick and flick» viene a significar más o menos «hurgarse en la nariz», así que ya os podéis imaginar que si de algo iba falto el juego es de seriedad. Así vendían el juego en el spot televisivo.

En cuanto al desarrollo del juego en sí, acompañaremos a Boogerman por un serie de niveles con nombres a cada cual más «inspirador» como «pantanos flatulentos», «montañas mocosas» o «palacio del pus», por citar algunos. Por supuesto, como buen plataformas, siempre había algo que recoger, y en este caso eran desatascadores. Si recogíamos 30 de ellos, tendríamos la posibilidad de conseguir una vida extra al final de cada nivel.

Nuestro antihéroe particular, además de saltar (estamos ante un juego de plataformas, no lo olvidemos) podía eliminar a sus enemigos mediante mocos, pedos y eructos. Todo finura, vaya.

Boogerman - Pedo
Atención a la expresividad de Boogerman mientras se prepara para lanzar su «ataque»

Durante el transcurso de nuestra épica aventura, además de evitar que nos dañaran los enemigos, también teníamos que prestar atención a los dos medidores que nos permitían lanzar los ataques: un medidor de gas (para pedos y eructos), que podíamos rellenar recogiendo latas de judías, y otro de mocos que podíamos rellenar recogiendo… esto… mocos. En cuanto a power-ups, contábamos con un pimiento picante que le daba a nuestras flatulencias un toque más… fogoso.

También existían atajos que recuerdan a las famosas tuberías de Super Mario Bros. Solo que aquí el elemento empleado, como no podía ser de otra forma, es la taza de un retrete.

No solo el protagonista o los niveles son desagradables, sino que también los enemigos representan a vómitos, mucosidades y otra serie de residuos corporales. Si me pagaran por escribir este análisis, diría que «la ambientación está cuidada hasta el último detalle» y me quedaría tan ancho. También hay enemigos que recuerdan a un troll o al abominable hombre de las nieves, y que parecen un poco fuera de lugar. Supongo que la temática escatológica no daba para tanta variedad.

Boogerman - Caracol moco
El enemigo que hay en pantalla parece un caracol, pero si os fijáis más atentamente veréis que en realidad es una nariz de la que sale un moco

Y por supuesto, también tenemos jefes finales, una serie de chiflados con capa y trajes de colores llamativos que no se sabe muy bien como han acabado en esta extraña dimensión.

No se puede decir que «Boogerman» fuera un mal juego. Dentro de su género, resulta un título bastante decente, aunque el abuso del humor de caca-culo-pedo-pis cansará a todo jugador cuya edad mental supere los cinco años.

Por último, no me quiero despedir sin dejaros con un vídeo del juego en movimiento, para que podáis disfrutar de sus efectos de sonido:

Fuentes:

Boogerman (Wikipedia en español)

Etiquetas: , ,

Categorías: Videojuegos

9 comentarios

  • Vero
    28/03/2018 | 10:02

    Pero qué narices…?! O_o

    Por supuesto no tuve este juego porque yo tenía la Master System II y no la Megadrive. Además, «los Reyes Magos de Oriente», que eran los que me traían los videojuegos, jamás me habrían regalado esto. Y yo tampoco lo habría pedido.

    La cosa es que según leía el artículo me lo he imaginado horroroso y al ver el vídeo he pensado que tampoco estaba tan mal, que es un poco super Mario si tuviera que enfrentarse a lo que se enfrenta un fontanero en la vida real (que éste mucho fontanero pero luego sólo se las tiene que ver con tortugas en unas pantallas impolutas y relucientes). Mi opinión ha cambiado drásticamente cuando he visto al señor matar bichos a escupitajos. Qué asco más grande.

    Responder a Vero
    • q256
      3/04/2018 | 18:18

      El juego no está tan mal (a juzgar por el vídeo, sí, yo tampoco lo jugué nunca) pero el humor escatológico del mismo creo que es lo típico que solo hace gracia a un niño de 10 años.

  • DGrumpy
    28/03/2018 | 12:59

    ¿Cómo llegó esta «joyita» a tus manos?
    Me ha recordado a la serie de dibujos Ren y Stimpy, que me daba muchísimo asco

    Responder a DGrumpy
    • q256
      3/04/2018 | 18:16

      No, si en realidad yo nunca tuve el juego ya que no tenía ninguna de ambas consolas (ni Mega Drive ni Super Nintendo) pero sí lo recuerdo como un título «llamativo» que ha perdurado en mi memoria hasta hoy.

  • mastercaba
    28/03/2018 | 16:43

    Salvando las distancias, me recuerda enormemente a la versión de Megadrive de la serie “Beavis and Butthead”, porque (inspirado en un mundo más realista) usaba también el eructo como arma. Está visto que en SEGA se respetaban todas las sensibilidades, incluso las menos finas.

    Por cierto, que hayas visto en ese caracol su verdadera naturaleza de nariz-con-mocos es para darte un premio…

    Responder a mastercaba
  • Milly
    1/04/2018 | 13:07

    Sí que recuerdo este juego, cuando salió yo compraba la revista Todosega, que desapareció poco tiempo después… en esta época las consolas de 16 bits empezaban a dar muestras de agotamiento, o mejor dicho, los juegos que se lanzaban para ellas empezaban a mostrar falta de originalidad. Este juego intentó ser algo diferente, pero con bastante mal gusto en mi opinión. La mecánica de juego seguía siendo la clásica de los plataformas, lo cual no es malo salvo que se pretenda innovar, pero este juego sólo innovaba en esa estética escatológica.

    De todos modos hay que reconocerle el valor de ofrecer algo distinto e ir contracorriente. Lo malo es que en una época en la que los chavales podíamos conseguir uno o dos juegos nuevos al año como mucho, la idea de gastar una de esas oportunidades en un juego así era, efectivamente, asquerosa.

    Responder a Milly
    • q256
      9/04/2018 | 20:41

      Gran análisis, como bien dices, cuando solo te comprabas uno o dos juegos al año y te la colaban en un juego cuya única gracia eran los chistes de caca-culo-pedo-pis, era bastante molesto.

  • NoSoyNoob
    6/04/2018 | 17:19

    En alguna ocasión tuve la oportunidad de probarlo en casa de un amigo pero se me hizo un tanto frustrante. De plataformas de aquella época me quedo con Edworm Jim y Joe & Mac, incluso prefiero el de Chester Chetos :D.

    Saludos, buen artículo

    Responder a NoSoyNoob
    • q256
      9/04/2018 | 20:44

      Uf, es que has citado a dos grandes, en comparación con «Earthworm Jim» o «Joe&Mac», este título es de tercera división.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada. Los campos marcados con * son obligatorios.

Todos los comentarios insultantes o no relacionados con la entrada serán borrados sin piedad.

Tómate unos minutos para escribir correctamente, sin abreviaturas ni faltas de ortografía. El resto de usuarios te lo agradecerán.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.