Mar
24
2011

Los chicos del maíz

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Los chicos del maizSoy un gran aficionado al cine de terror y a la serie B. Viendo que el actual panorama en cuanto a este tipo de películas es desolador, me decidí a tirar de videoteca y tragarme alguna cinta mítica con la que pasé miedo de verdad en su momento. Por eso elegí «Los chicos del maiz».

Ya estaba preparado mentalmente para sufrir una desilusión sólo comparable a cuando vi «FBI: Frikis buscan incordiar», pero esto fue mucho peor. FBI por lo menos me dio miedo.

Además, para acabar de rematar la jugada, obligué a mi novia a verla conmigo y ahora creo que quiere dejarme. Si queréis conocer las razones por las cuales voy a ser abandonado, no dejéis de leer el resto de la historia. Por lo menos os servirá para no cometer los mismos errores que yo.

Introducción

«Los chicos del maíz» es un film de terror de 1984 realizado a partir de un relato corto titulado «Children of the Corn» escrito en 1978 por Stephen King.

La adaptación fue encargada en un primer momento al propio Stephen King, que se centró sobre todo en los personajes de Burt y Vicky. Toda la trama de los chicos de Gatlin fue relegada a un segundo plano. Este guión fue radicalmente desechado en favor del realizado por George Goldsmith, totalmente desprovisto de calidad pero con mucha más sangre y vísceras, que es lo importante.

El éxito del film propició la creación de siete secuelas a cada cual más nauseabunda.

En el maizal

La historia comienza con un flashback de lo que pasó en Gatlin (Nebraska) tres años antes.

Es domingo. Los parroquianos salen de la iglesia del pueblo agradeciendo al cura su gran sermón, y se dirigen a la cafetería del pueblo a tomar churros. Job (Robby Kiger) es el único niño que ha ido a la iglesia. Los demás chavales del pueblo están con un tal «Isaac» en los campos de maíz.

Job se pide el batido gigante de fresa con extra de azúcar, pero cuando se dispone a degustarlo, se da cuenta de que Malachai (Courtney Gains), el matón del pueblo, está viciado en la máquina de pinball del bar.

De pronto aparece Joselito, el pequeño ruiseñor Isaac (John Franklin) y se desata la tragedia. La gente de la cafetería empieza a palmarla. Unos envenenados por el café y otros masacrados por Malachai y sus simpáticos amigos.

Isaac y su hermano gemelo Joselito, el pequeño ruiseñor

Después de la matanza aparecen los títulos de crédito y pasamos a estar «en la actualidad».

Las primeras escenas transcurren en un viejo motel de carretera. Unos inquietantes pies descalzos caminan hacia la cama donde duerme Bon Jovi Burt (Peter Horton), un médico recién graduado camino de su primer destino. Cuando parece que se lo van a cepillar, en realidad le dan un susto de muerte con un matasuegras. Es la buena de Sarah Connor Vicky (Linda Hamilton), su simpática novia que ha ido a felicitarle el cumpleaños y a darle su «regalito». Ya me entendéis… ¿No? Pues le regala un asqueroso mechero de propaganda y una estúpida canción acompañada de un striptease donde sólo enseña un hombro. ¡Maldita tacaña!

Burt, como venganza, espera un poco a que se ponga cariñosa y luego la deja tirada en la cama con la excusa de que deben continuar su viaje. ¡Bien hecho Burt!

Mientras tanto, en el maizal, Job y su hermana pequeña Sarah (Anne Marie McEvoy) tratan de ayudar a su amigo Joseph (Jonas Marlowe) a escapar de la pesadilla en la que Isaac ha convertido sus vidas. Parece ser que la única manera de huir es a través de los campos de maíz, así que Joseph promete volver a por los pequeños y se interna en la vegetación. Unos minutos más tarde, el chaval es degollado por Malachai, que andaba por allí haciendo sus necesidades.

Aún degollado, Joseph misteriosamente consigue llegar a la carretera, donde es atropellado brutalmente por el coche de Burt y Vicky que andaban distraídos mirando un mapa. Aunque si miramos las imágenes detenidamente, parece como si hubieran cambiado a Joseph por un muñeco… Véanlo ustedes mismos:

Joseph haciendo el Michael Jackson antes de ser atropellado

A partir de aquí la película deja de ser de terror y se convierte en una comedia. ¡Qué digo una comedia! Se convierte en una jodida obra maestra del humor, comparable con los mejores momentos de los Monty Python.

Para empezar, después del atropello, Burt prefiere atender a Vicky que sólo tiene un inexistente golpe, en lugar de ir a socorrer al pobre chaval al que acaba de pasarle por encima. Claro que sí amigo. Y eso que es médico.

Luego Vicky, que parece aturdida por el golpe (o eso o es estúpida) dice «ha sido un animal ¿verdad?». Claro que sí retrasada. Ha sido un animal con camisa de franela.

Acto seguido, Burt se baja del coche para echarle un vistazo a los restos del pobre Joseph. Para empezar le toma el pulso en el cogote… A estas alturas ya empiezo a dudar de su capacidad como médico. Luego le da la vuelta y lo pone boca arriba. En ese momento aparece Vicky a husmear, pero Burt le ordena que vuelva al coche y cierre las puertas. Cuando Burt se vuelve hacia el cadáver de Joseph ¡Oh Dios mío, vuelve a estar boca abajo! Para estar muerto, el chaval se mueve más que Bisbal con una sobredosis de tripis.

¿Qué hará a continuación nuestro amigo Burt? ¿Meterá al chaval en el coche y lo llevará al centro médico más cercano? Nada de eso amigos. Lo envuelve en una manta y lo mete en el maletero, no vaya a ser que le manche la tapicería. Arranca el coche y le dice a Vicky «Ya estaba muerto cuando lo atropellamos»… ¿No me digas? ¿Y cómo se mantenía en pie? ¿Quizás porque le habían metido un palo por el oleoducto?

A los pocos kilómetros, nuestros protagonistas llegan a la gasolinera de un abuelete (R.G. Armstrong) que trabaja, junto a su perro, en la transmisión de una vieja camioneta. El viejo al ver el coche acercarse dice «Mira Sarge (su perro), esta carretera bien parece una autopista. Es el tercer coche del mes…» Oyendo esto y habiendo oído todo lo anterior, uno se pregunta ¿Qué clase de mierda se chutaron los guionistas mientras escribían?

Como era de esperar, el viejo les indica amablemente que no tiene gasolina, ni gasoil, ni teléfono, ni agua, ni servicios, y los manda a Hemingford, el siguiente pueblo. El único problemilla es que los niños rebeldes han cambiado los carteles de la carretera y nuestros protagonistas se dirigen hacia una trampa mortal.

Burt y Vicky tomando el camino que ellos creen correcto

Mientras circulan perdidos por los caminos, una música inquietante suena de fondo y Vicky ameniza el viaje con ocurrentes frases tipo «Aquí no hay caminos, esto parece la luna» o «No saldremos de aquí, no hay caminos» cuando van por un pedazo de carretera entre los maizales. Al poco rato llegan a Gatlin, un lugar maldito.

El hombre azul (policía)Parece que llegan en medio de las fiestas del pueblo, porque allí están Isaac, Malachai y sus esbirros celebrando el día de «crucificar al policía» en nombre de un ser llamado «El que camina detrás de la fila». Todo es muy raro.

Nuestros amigos Burt y Vicky exploran un poco el pueblo y pronto se encuentran con Job y Sarah, que los acogen y los esconden momentáneamente de los otros niños malos. Como Burt es de culo inquieto, se va a explorar un rato, propiciando que Malachai se cuele en la casa que les servía de escondite y capture a Vicky. En unos minutos la tiene amarrada a otra cruz haciendo compañía al policía esqueleto.

Cuando Burt regresa a la casa, le han jodido el coche y se han llevado a su amor. Entonces comienza una frenética búsqueda que pasa por colarse en una ceremonia llena de niños endemoniados que empiezan a perseguirlo. Mientras tanto, Malachai se ha revelado contra Isaac crucificándolo junto a Vicky y al policia putrefacto.

A punto de caer la noche, a Burt se le ocurre que puede ser una buena idea pegarle fuego al campo de maíz con los niños dentro, aprovechando que todos van a estar en una ceremonia de invocación de su dios.

Durante la ceremonia, Burt se cuela entre los niños, le da una paliza a Malachai y huye con Vicky, que misteriosamente ha conseguido desatarse y bajarse de la cruz. Proeza digna del mismísimo Houdini. Acto seguido aparece «El que camina detrás de la fila», que es como la pantalla de un televisor viejo averiado, y se mete en el cuerpo de Isaac. Es tan feo que todos los niños huyen, excepto Malachai, que muere a manos de la nueva versión putrefacta de Isaac.

Todos se dirigen hacia un cobertizo donde se refugian de la furia de la deidad maligna. Es entonces cuando Burt riega el maizal con gasolina y se fabrica un cóctel molotov para provocar una explosión. Durante la fabricación del cóctel, se produce la escena más surrealista que haya visto en mucho tiempo. Burt le pide a Vicky un trozo de tela para terminar su obra maestra. ¿De donde creéis que saca Vicky la tela? ¿De su vestido tal vez? ¿Busca algún trapo viejo por el suelo? No amigos. Agarra al pobre Job, y le arranca un trozo del chaleco que lleva desde el principio de la película… El pobre Job le dice «Oye, eso no es un trapo» y a partir de ese momento se pasa el resto de la película corriendo con el chaleco colgando, intentando que se mantenga en su sitio.

Sarah intentando que a Job no se le caiga su chaleco destrozado

Se produce una explosión más falsa que los pagarés de Nueva Rumasa, y se acaba todo. En la siguiente escena, Burt está muy contento de que haya acabado todo y besa a Vicky, la escapista, mientras los niños se parten de risa. Entonces él los mira y les dice ¿Tenéis celos?… Otra muestra más de que a los guionistas les había echado droga en el colacao.

Cuando ya han decidido que van a adoptar a los niños, llega el susto final. Burt entra al coche a buscar el mapa y una de las niñas malas aparece desde el asiento de atrás del coche y le ataca. Menos mal que Vicky anda rápida de reflejos y le da un portazo en la cabeza, acabando con ella. Burt dice «Está muerta ¿Qué hacemos ahora?» y Vicky le contesta «Le mandaremos una tarjeta desde Seatle para que resucite. Anda vámonos»… ¿Puede haber un diálogo más absurdo para acabar un película?

Conclusiones

Me quedo con la pregunta que me hizo mi novia cuando acabamos de verla: ¿Y eso es una película de culto? Yo creo que no se puede decir mas claro.

En la actualidad, «Los chicos del Maiz», como película de terror deja mucho que desear, llegando incluso a dar vergüenza ajena, sobre todo en las escenas del final. Eso sí, como comedia, es una de las cintas más divertidas que me he tragado en mucho tiempo. Os la recomiendo a todos.

Para terminar, como humilde homenaje al Tipo de la Brocha, que tantos buenos ratos nos ha dado por aquí con sus locos análisis de películas, voy a puntuar la cinta.

Puntuación: Una mazorca y un tercio sobre cinco.

Mazorquimetro

Fuentes

Los chicos del maíz en la Wikipedia.
Los chicos del Maíz en Filmaffinity.

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Categorías: Cine-TV

13 comentarios

  • DoZ
    24/03/2011 | 7:37

    Gran análisis, te felicito, me he divertido leyéndolo 🙂

    Al principio empecé con ganas de verla de nuevo, ya que recuerdo que en su día me pareció buena, siendo consciente de que me decepcionaría seguro, pero cuando llegué al final del artículo ya te habías encargado de eso tú, así que… me acabas de ahorrar 120 min de perder el tiempo de mi vida viendo visualizando de nuevo «Los chicos del maíz», pero tranquilo, siempre encuentro formas alternativas para desperdiciarlo.

    Responder a DoZ
  • Josema
    24/03/2011 | 8:30

    Ganas de volver a verla aumentando.

    Muy buena disección de la película. Me he levantado echandome unas risas 🙂

    Responder a Josema
  • DGC
    24/03/2011 | 13:44

    Que gracia xD. Todo un clásico del cine de terror, la tenía entre mis pelis pendientes pero creo que la voy a eliminar de la lista…. 😀

    Responder a DGC
  • El Tipo de la Brocha
    24/03/2011 | 20:28

    Genial artículo y gracias por el homenaje. Las grandes mentes piensan igual. Y nosotros, parecido.

    Responder a El Tipo de la Brocha
  • otyluna
    24/03/2011 | 23:56

    ja pense que habia regresado el tipo de la brocha

    Responder a otyluna
  • FRG
    25/03/2011 | 0:25

    Echo de menos una crítica de ‘Quién puede matar a un niño’, que era como ‘Los chicos del maíz’ pero española -de Ibañez Serrador, el del Un, dos, tres…- y 8 años antes, para que luego digan que el cine español copia.

    Responder a FRG
  • Paco M
    26/03/2011 | 22:18

    Buen articulo…….excepto en la frase » Para empezar le toma el pulso en el cogote… A estas alturas ya empiezo a dudar de su capacidad como médico»…….realmente el pulso se toma en el cogote, es el pulso carotideo, es el idoneo para saber si un accidentado o cualquier otro sujeto inconsciente tiene pulso…..esto es cierto….jejejeje….es una simple frikada de medico….jejejeje
    por lo demas, el articulo es jodidamente divertido
    un saludo

    Responder a Paco M
    • Mony
      31/03/2014 | 17:32

      pero como le tomara el pulso ahi.. si el niño esta degollado????

  • harker
    12/04/2011 | 14:38

    Yo tengo el «don» de poder abstraerme de mi mentalidad adulta y volver a disfrutarla como antaño. Peliculón!! XDDD

    Responder a harker
  • Jabula
    14/04/2011 | 11:25

    Bien podria la historia suceder entre Terminator 1 y 2. Y que el niño que se va con ellos luego fuera Jonh Connor. Es que cada vez que veo a Linda no puedo pensar en que el que no tenga una crema solar factor dos millones lo va a pasar jodidamente mal.

    Responder a Jabula
  • nana
    16/07/2011 | 7:57

    Hace mucho tiempo, mis amigas y o realizaos una piyamada, y escogimos esta pelicula de terror para pasar una noche de gran adrenalina, y que decepción, solo nos reimos toda la noche.

    Responder a nana
  • agutina
    5/12/2012 | 19:03
  • Maria
    2/04/2013 | 23:46

    Ahora la echan en la tele y la
    Voy viendo mientras leo tu articulo, a modo de retransmisión. Vaya risas!

    Responder a Maria

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