Leyendas Urbanas (II)
Bueno, vamos con otra ronda de leyendas urbanas. Como siempre, no olvidéis contar las que conozcáis en los comentarios.
Urgencias
En el departamento de Urgencias de un hospital americano, un médico se niega a atender a un joven sin identificar al que recogen de la calle medio moribundo. Al parecer, el herido no lleva la tarjeta del seguro y las personas que lo han traído no quieren hacerse cargo de él. Tras encendidas discusiones con el recepcionista del hospital, que quiere que le saquen de allí aquel fardo sangrante, y tras efectuar varias consultas telefónicas con el director, éste decide bajar un momento para pedir a los recién llegados que dejen de armar escándalo y se marchen con el joven, porque no quiere atenderlo. Una vez abajo, el director descubre que el moribundo –que luego fallecerá-, es su propio hijo.
Feliz cumpleaños
El director de una empresa contrata a una secretaria despampanante. Después de comérsela con los ojos durante unas semanas y de varios intentos de quedar con ella, sin obtener ningún resultado, decide invitarla a comer para celebrar su cumpleaños. Ella, dubitativa, le dice que tiene que pensárselo.
Al día siguiente, la joven lo felicita cariñosamente y decide aceptar la invitación. Después de comer «íntimamente» la joven invita a su director a tomar café en su casa. Al llegar, ella le comunica melosamente que se va a su dormitorio a «ponerse cómoda». Él decide empezar a desnudarse y llama a la puerta del dormitorio. Ella, con voz insinuante, le invita a pasar. Nada más abrir, el director se encuentra a su mujer y sus hijos, cantando «Cumpleaños feliz».
Astucia de mujer
Un chico va conduciendo solo por la carretera y cuando de repente, es embestido por otro coche conducido por una chica, que no ha realizado correctamente la incorporación a la circulación. Ninguno de los dos se hace daño pero los coches quedan prácticamente destrozados.
Ambos salen del vehículo por su propio pie, y cuando el joven se dirige a pedir explicaciones, la chica (muy atractiva, por cierto) comienza a hablar: «¿Estás bien? Si, estás bien. Y yo también. No tengo ni un rasguño. Esto debe de ser cosa del destino. El destino nos ha unido. Es una señal.»
El chico encantado y desconcertado por lo extraño de la situación, olvida pedir responsabilidades del accidente y le da la razón a la chica. «Sí, sí, debe de ser cosa del destino» (a ver sí cae).
La chica se dirige al coche y coge una botella de vino que ha quedado intacta. Mirando de forma insinuante al chico, le propone celebrar su buena suerte. Él, nervioso, acepta y se bebe media botella. Cuando se la pasa a la chica, ésta tira el resto del vino y rompe la botella en añicos. Acto seguido le dice al chico «Ahora esperaremos a que venga la policía a depurar responsabilidades…»
14/02/2007 | 7:16
Algunas más que leyendas son chistes conocidos, por ejemplo lo del coche 😀
14/02/2007 | 7:23
Mas que leyendas o chistes yo las llamaria «acontecidos»
14/02/2007 | 12:19
Va son de cachondeo esperaba algo mas acojonante.
14/02/2007 | 13:35
Dos adolescentes de una determinada comunidad autónoma cuyo nombre no viene al caso, estaban sumamente enamorados. El problema era que habitaban en un pueblo muy pequeño donde las habladurías podían ser fatales para su relación, ya que sus respectivos progenitores ignoraban el afecto que los unía. Lo antes comentado les obligaba a quedar a escondidas y a organizar acampadas en los alrededores del pueblo con la excusa de que cada uno se iba con sus respectivos amigos. Por ello habitualmente plantaban su tienda de campaña en un bosque cercano y allí daban rienda suelta a su pasión. De improviso, cuando más atareados estaban, aparecieron dos Guardias Civiles que, mosqueados por la situación, hicieron salir al muchacho de la tienda para pedirle la documentación. Como eran menores de edad se veían en la obligación de avisar a sus padres a no ser que les dieran unas alegrías en las ingles a los dos guardias. En ese momento la joven comprendió la situación e hizo pasar al interior al primero de los agentes para resolver su pequeño problemilla. Al rato entró el segundo guardia, y entonces ocurrió lo inesperado, según irrumpía el agente en la tienda de campaña se escuchó un grito y después algo así como:
-¡¡¡¡MARIA!!!
-Dime papá….
esta leyenda es parecida a la del hospital, pero en version acampada!
14/02/2007 | 13:40
Jjajaja,esto de leyenda no tiene nada,son articulos de coña
14/02/2007 | 13:49
Siguiendo los enlaces a los artículos anteriores, he visto que ya relacionas las leyendas urbanas con el folklore, cosa que iba pensando. Me parece interesante. Especialmente en la leyenda de «urgencias», hay un cierto componente moral y de enseñanza que lo relaciona con los cuentos que recopilaran los Grimm y otros, pero me queda la duda: ¿adónde están las versiones modernas de cuentos tan turbadores como «La Sirenita», o realmente ridiculizadores e irreverentes como «El traje nuevo del emperador» (el «feliz cumpleaños» parece pertenecer a su género), ambos de Andersen pero originarios del folklore oral?
Supongo que, de la misma manera que la tradición de la poesía oral (que solía pasarse de madres a hijas), el cuento folklórico vive una clara regresión. ¿Una pena?
14/02/2007 | 15:41
Es del coche es muy bueno xD
14/02/2007 | 15:42
Efectivamente artdyl, las leyendas urbanas no son más que la evolución moderna del folklore tradicional, ya que siempre suelen tener una intención moralizante…
14/02/2007 | 17:44
creer o reventar, saludos y el click de hoy en su favor!
14/02/2007 | 17:51
De acuerdo con Manu, lo de la leyenda urbana… es un chiste más viejo que mi anciano padre, que siempre solia contar en las comidas familiares cuando se ponia nostalgico 🙂
14/02/2007 | 17:54
Por cierto, acaba de salir una noticia en TV (y no en sorpresa sorpresa) en la que un hombre conoció a una mujer en un bar, parece que la cosa iba para delante, y el chaval se creia que habia pillado, cuando se van a un lugar «mas intimo» aparecen dos amigos de la chica que inflingen una soberana paliza a dicho individuo y despues de robarle le dejan en calzoncillos en mitad de la calle. El tipo parece ser que no quiere denunciar, porque no quieren que se sepa que esa noche estuvo alli (estará casado?).
Total, que no liga, le han robado, le pegan una paliza y el pobre hombre no puede denunciar 😀 esto si que parece de leyenda urbana
15/02/2007 | 3:24
A partir de ahora voy a llevar una botella de vino en el coche
16/02/2007 | 16:13
Yo habia leido la del coche y la de la secretaria en un correo con otros chistes.
25/04/2008 | 9:46
La del feliz cumpleaños la contaba José Antonio Abellán en primera persona cuando hacían el espectáculo en directo «El Show de la Jungla».
Decía que su mujer le había puesto la condición de que tenía que contarlo en cada espectáculo de la gira para que le perdonara.
19/01/2012 | 3:35
Yo creia q las leyendas urbanas eran más de miedo o algo parecido, no chistes……. La de urgencias si pegó, deja para pensar que hacemos con respecto a los demas, (y más que nada en un HOSPITAL). Cómo nuestros actos pueden afectar a otras personas, pero esta vez en carne propia.
Me gustaría encontrar más historias de terror en esta página.