Dic
1
2010

Top 10: escenas de baile de películas

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Top 10 - Escenas de baile de películas

Hola, me llaman el Tipo de la Brocha y no sé bailar. Por suerte, tampoco he tenido nunca la necesidad de hacerlo. Y no os engañéis: si el sitio está oscuro, suena música y me veis haciendo movimientos pseudoacompasados con cuerpo, brazos y pies, no estaré bailando, sino improvisando un ritual de apareamiento.

En fin, como veis, hoy la cosa va de bailes. Y la siguiente lista refleja, sin ningún orden en especial, mis 10 escenas favoritas de baile de películas. Si me preguntáis mañana, seguramente habré cambiado de opinión; pero por hoy solo espero que compartáis con nosotros vuestras preferencias, para conseguir que todos acabemos con los huesos desencajados y el fémur muy dislocado.

Pulp Fiction: Travolta y Thurman

Desde el principio sabíais que incluiría esta escena, así que la pongo la primera para poder sorprenderos luego con elecciones menos predecibles. ¡Ja, chupaos esa!

Tarantino sacó a John Travolta del arroyo (el actor acababa de rodar la tercera parte de «Mira quién habla»; con eso lo digo todo) y lo reunió con Uma Thurman, su sempiterna musa, sobre una pista de baile. Según sus propias declaraciones, no fue algo que fuese buscando, ya que la escena estaba en el guión antes de que llegase Travolta.

Los pasos son tan característicos que la secuencia pronto se convirtió en la famosa escena del baile de «Pulp Fiction». ¿Cómo de famosa? La parodiaron en «Los Simpson» cuando todavía tenían gracia y hay montones de tarados que la representan el día de su boda para luego subir el vídeo a YouTube. Uy, ¿he dicho tarados? Quería decir tarados. Ah, sí, lo había dicho bien.

Posiblemente uno de los movimientos más imitados es el de Vincent pasándose las manos con dos dedos extendidos en forma de V por delante de los ojos. Sin embargo, muy pocos saben que el origen de ese movimiento se remonta a un personaje mucho más colorido y psicodélico: el Batman de Adam West. Porque, como todos sabéis, no hay forma más rápida de conquistar a una mujer que llevar leotardos y hacer el batusi.

Beetlejuice: la cena

¿»Paranormal Activity»? Una patochada. ¿«El exorcista»? Mirad cómo tiemblo.

Todo el mundo sabe que las verdaderas posesiones demoníacas incluyen música jamaicana para niños y gambas con sorpresa o, cuando menos, violaciones arborícolas.

Está bien, puede que la coreografía no sea la mejor que hayáis visto en vuestra vida, pero la cara de desconcierto de los comensales mientras cantan y menean el esqueleto no tiene precio. Pagaría porque mis cenas familiares fueran la mitad de divertidas.

Granujas a todo ritmo: Ray

¿Os acordáis de los viejos tiempos, cuando salíamos a la calle, nos juntábamos con un montón de desconocidos e improvisábamos un complejo número musical? Yo no. Supongo que vivía en un vecindario muy aburrido, porque en Barrio Sésamo bailaban y cantaban bastante a menudo. Aunque también es cierto que nuestro panadero utilizaba harina para hacer el pan, y no ese extraño polvo blanco que recibía Chema de Bolivia.

En cualquier caso, eran tiempos en los que los artistas negros hacían música de verdad, y no esa porquería de raps sobre drogarse y tirarse a todas las fulanas.

Los Blues Brothers protagonizaron la mejor comedia-musical de la historia del cine y, además, demostraron que uno no necesita ser un bailarín experto si sabe vestir con estilo. Fedora negro, gafas Wayfarer, traje negro, camisa blanca, corbata negra, calcetines blancos y zapatos negros: ese es el camino hacia la cima.

Flashdance: She’s a maniac

Mentiría si os dijese que me acuerdo siquiera de qué iba esta película. Vi «Flashdance» siendo un mengajo y lo único que se me quedó grabado es lo que sale en el vídeo y un baile en el que la chica se reclina en una silla y le cae encima una tromba de agua. Fue una de las primeras veces que contemplé mi entrepierna preguntándome si ese cosquilleo sería un indicio de que tenía sentido arácnido.

De todos modos, si sentís curiosidad, seguramente se trate de una de esas cintas para chicas que no vería ni a cambio de una buena excusa para sacar del armario las sábanas limpias. En serio, prefiero pasar cinco minutos a solas en el baño que pensar en la respuesta a preguntas como «¿Te ha gustado?», «¿Qué piensas?» o «¿Te parece más guapa que yo?». Sé cuál sería mi respuesta en cada caso; pero «No, es una @$%# mierda», «Acabo de perder hora y media de mi vida que jamás recuperaré» y «No lo sé, solo le miraba el culo» no son opciones generalmente admitidas por el sexo opuesto.

Yo me identifico con el perro.

Top Secret: Der Pizza Haus

Me he tragado varios especiales de Los Morancos, y aun así, no creo que haya visto en la tele nada menos gracioso que «Disaster Movie». ¿Os imagináis a alguien viendo «Casi 300» o «Epic Movie» dentro de veinte años? Y no me refiero a atado a una silla en los sótanos de la CIA con un flexo apuntado a la cara.

Sin embargo, hace varios años, las parodias eran ingeniosas y, a diferencia de las de hoy, sabían mantener el equilibrio entre los diálogos extravagantes y los gags absurdos. «Top Secret» era esa clase de parodia. O quizá solo me hacía gracia a mí y me estoy haciendo viejo, ¿quién sabe? ¡No piséis el césped, carajo!

Sea como fuere, siempre he sentido debilidad por el rock ‘n’ roll de los 50, y las canciones de esta película son memorables. Los puntos extra van para Val Kilmer, que no solo bailaba estupendamente, sino que también interpretaba él mismo todas las canciones.

Eso sí, niños, no intentéis mover las caderas como él. Las salas de traumatología están llenas de imitadores de Nick Rivers y Elvis Presley.

Cantando bajo la lluvia

¿Hay alguno entre vosotros que no haya visto «Cantando bajo la lluvia»? Si es así, no estoy seguro de querer seguir dirigiéndome a vosotros. Desconfío de cualquiera que no haya visto esta película, comido un bocadillo de Nocilla o jugado al «Snake». Y soy una persona proclive a creer en conspiraciones alienígenas, así que mucho cuidado conmigo.

La canción «Singin’ in the Rain» se compuso décadas antes del estreno de la película, pero Gene Kelly, ese brillante actor, cantante y bailarín, la hizo suya con su carisma y talento, creando una de las secuencias más simbólicas del cine norteamericano.

Además, quiero pensar que todos hemos sentido alguna vez el impulso de empaparnos bajo la lluvia, aunque solo fuera de niños. Pisar charcos debería ser una deporte olímpico y no un accidente en la prueba de salto de valla cuando ha llovido.

Y al listo que se le ocurriese mezclar «Singin’ in the Rain» con el «Umbrella» de Rihanna, le voy a decir lo mismo que le decía a mi padre cuando se echaba lechuga en la sopa de fideos: puagh.

Spider-Man 3: Disco Pete

Respeto a Sam Raimi como cineasta, porque dirigió la trilogía de «Evil Dead» y produjo «Hércules» y «Xena»; pero no sé cómo rayos pudo ocurrírsele que esta escena encajaría en «Spider-Man». No obstante, a base de verla repetidas veces, he pasado de sentir vergüenza ajena, a sonreír con sinceridad. Es funky y divertida a su manera. Por descontado que no es lo que uno espera o quiere ver en un film de superhéroes, pero sacada de ese contexto, es… chispeante.

Un día tengo que probar en ir así por la calle.

Frenético: Nightclubbing

Las pocas ganas de documentarme y la canción que suena en esta escena son las dos razones por la que empecé a escribir este artículo. Cada vez que escucho el cover que concibió la singular Grace Jones del «Libertango» de Astor Piazzolla, pienso en «Frenético» y en esta sensual escena de baile. A veces se cuela alguna imagen subliminal de Harrison Ford cubriéndose los cataplines con un osito de peluche, pero más o menos lo tengo controlado.

El meneo seductor de Emmanuelle Seigner puede hacerte olvidar desde que han secuestrado a tu mujer hasta que unas comadrejas salvajes y rabiosas corretean por tus pantalones. No hay nada más sexy que ese vestido rojo.

Tropic Thunder: Get back, muhfucker!

La mejor interpretación de Tom Cruise. «Magnolia», «Nacido el cuatro de julio» y, sí, «Misión imposible 2» no tienen ni punto de comparación.

Y su numerito con Jennifer Lopez fue aun mejor.

Fiebre del sábado noche: Tony Manero

Antes de que se necesitase a un experto para distinguir a John Travolta de los grandes paquidermos del centro asiático, el actor había sido un icono popular gracias a personajes como Danny Zukko y, muy especialmente, el discotequero Tony Manero. En los años setenta, su estilo de vida, su forma de vestir y de moverse, demostraron ser más contagiosos que la gripe y la varicela juntas e impulsaron el fenómeno disco por todo el mundo.

Si tenéis más o menos mi edad, puede que vuestros padres se vistieran así. Si sois más mayores, puede que incluso vosotros llevarais camisas de cuello en uve y pantalones de campana. ¡El horror!

En todo caso, nadie me negará que esos movimientos son espectaculares. Lo más cerca que yo estaré de imitarlos es si sufro un ataque epiléptico mientras camino sobre brasas ardientes.

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Categorías: Cine-TV, Música

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