Mar
17
2006

La Santa Compaña

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Desde siempre, Galicia, ha sido tierra de brujería y supersticiones, tierra de meigas, que «habelas, hainas», de hadas (mouras), trasgos, santos míticos, peregrinos… tierra de misterio y superstición. Una de las «lendas» gallegas más populares es la de la procesión de almas en pena: La Santa Compaña.

La Santa Compaña es una comitiva de almas en pena que vaga por las zonas boscosas de Galicia. En las noches particularmente brumosas de noviembre, en que los bosques se cubren de niebla, es cuando su presencia, como una comitiva de luces titilantes, se hace patente.

La procesión está formada por almas en pena que van en dos hileras, envueltas en sudarios, con las manos frías y los pies descalzos. La cabeza de la procesión es encabezada por un vivo, que porta en una mano la cruz y en la otra un caldeiro con agua bendita, mientras que los fantasmas portan velas o antorchas.

El portador de la cruz no puede en ningún momento volver la vista atrás, ni renunciar a su cargo precediendo La Santa Compaña, y tan sólo quedará liberado cuando encuentre a otra persona que le sustituya. El nuevo desafortunado pasará a tener las responsabilidades del primero: cargar con la cruz y el caldeiro, sin remisión.

La Santa Compaña es invisible para los vivos. Tan sólo un repentino olor a cera y un ligero viento son las señales de que está pasando la legión de espectros, así como el espanto de determinados animales: perros, gatos, caballos… Sin embargo hay ciertos «dotados» que poseen la facultad de verla con los ojos: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición.

Si de noche, en el bosque, uno se encuentra de frente con la Santa Compaña, tendrá que relevar al vivo al frente de la procesión, cargando la cruz y el caldeiro noche tras noche, hasta morir de cansancio o encontrar a quien le sustituya. El vivo convertido en cabeza de comitiva de la Santa Compaña no recuerda durante el día sus funciones nocturnas, y únicamente es perceptible su carga por su extremada delgadez y palidez. Cada noche su luz será más intensa y cada día su palidez irá en aumento.

La misión de la Santa Compaña no está clara, pero suele ser alguna de las siguientes:

  • Reclama el alma de alguien que morirá pronto.
  • Reprocha a los vivos faltas o errores cometidos.
  • Anuncia la muerte de algún conocido del que presencia la procesión.
  • Para cumplir una pena impuesta por alguna autoridad del mas allá.

Si viajais a Galicia y os cruzáis con la Santa Compaña, debéis rápidamente trazar un círculo en el suelo con la punta del paragüas o el bastón, y entrar en él. Otra opción es tirarse al suelo boca abajo y esperar que la Compaña no pase por encima. De este modo, conseguireis evitar el tener que uniros a la procesión, pero el recuerdo del viento helado y el olor a cera no os abandonará fácilmente…

Bosque cubierto por la niebla

Relato de un encuentro con la Santa Compaña

La noche ya se cernía sobre los árboles más altos del bosque, por tanto la oscuridad en el sendero era considerable. Como el olor húmedo de los helechos y del barro bajo las hojas caídas, rojas y resbaladizas. Se habían callado los pájaros diurnos, pero los nocturnos aún estaban en silencio. Por tanto era un silencio que se oía como un amortiguado zumbido, grave y lejano. Muy lejano…

Se llevó un par de moras a la boca. Las últimas porque en el instante de masticarlas dejó de ser visible la zarza. Sólo por algunos instantes. Era una noche clara, con la luna creciente extraordinariamente nítida y perfilada. Pero aún estaba baja en el cielo y todavía no iluminaba el sendero, aunque sí que había en el bosque una claridad lechosa y un aire denso de despertar confuso.

Y de repente un intenso olor a velas le envolvió la nariz, en una ráfaga de viento del oeste. Y una claridad inusual y blanquecina empezó a moverse entre los árboles a su izquierda. Moviéndose hacia el sendero. Hacia él…

Le pilló de improviso el temor que le provocó el silencio, recorriendo zigzagueante por el interior de su cuerpo. Entonces la vio. Sólo unos segundos. El tiempo que tardó en reaccionar y tumbarse en el suelo, con la boca rozando el barro y la hierba del sendero, que le resultaron fríos y a contrapelo.

Allí, viendo el reflejo de la luz de las velas barriendo el suelo ante él, volvió a ver mentalmente al panadero del pueblo llevando una cruz y un recipiente de metal y detrás un par de filas de seres con túnicas blancas unas, negras otras, moviéndose lentamente dentro de un capullo luminoso de luz blanca irregular y brillante (…)

Continúa leyendo en ulises-valiente.com.

Fuentes

Santa Compaña (Wikipedia en español)

Categorías: Mitos y leyendas

6 comentarios

  • Güíiiiiiiiiiiiii
    17/03/2006 | 14:06

    Buena rafa!!!
    ya era hora!
    Bajo mi punto de vista es la leyenda mas impresionante de las creencias populares españolas. No se como no se han hecho peliculas de esto y su del jodido Romasanta!!!!!

    Y encima a algunos les sirve para ligar por europa… que mas quieres!!!!

    Responder a Güíiiiiiiiiiiiii
  • Froy
    17/03/2006 | 15:24

    Esto explica por qué llevo los últimos tres meses despertándome sucio y sudado en un bosque junto a Mondoñedo.

    Y yo que creía que no me acordaba porque había bebido demasiado.

    Responder a Froy
  • Wii
    6/02/2007 | 13:07

    Froy, tu te despiertas sudado y con la mente sucia que no es lo mismo! XD

    Responder a Wii
  • Desde Japon...
    8/02/2007 | 7:19

    En mis varios viajes a Galicia he escuchado varias versiones sobre la naturaleza de la Santa Compaña y es algo que siempre me ha llamado la atencion.

    Adoro la mitologia popular del norte de España, creo que he leido mas sobre ellos que sobre la castellana.

    No obstante, gracias por el post.

    Responder a Desde Japon...
  • Pablo
    13/01/2012 | 11:30

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