May
27
2008

‘Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal’, la otra crítica

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Indiana Jones IV - PósterPensaba quejarme de lo largo que es el título de la película, pero, en lugar de eso, iré al grano y os resumiré toda mi opinión en una sola frase: «Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal» es una película muy entretenida que sólo pierde puntos si se compara con sus predecesoras. ¿Qué quiero decir con esto? Pues, sencillamente, que al lado de otras pelis de aventuras se merece un sobresaliente, pero comparada con la llamada «trilogía original» se queda en un notable raspado. De todos modos, no se puede competir con los buenos recuerdos, ¿verdad?

Ah, sí, casi se me olvida. Antes de que penséis: «¿No había leído yo otro artículo sobre este mismo tema en ion litio la semana pasada?», llamaré vuestra atención sobre el hecho de que no soy Rafa, sino El Tipo de la Brocha. Otro nombre demasiado largo, por cierto. A partir de ahora, podéis llamarme Joe.

Como ha habido un fin de semana por medio desde el estreno, voy a suponer que la mayoría de vosotros ya habéis visto la película. Esto significa que seré muy generoso con los DESTRIPES (spoilers para vosotros, amantes de los Beatles). Quedáis avisados.

22 de mayor de 2008. El estreno

Indiana Jones IV - Mi entradaLa hora no era la mejor, y el día tampoco. Sesión de las 22.40, dos horas de metraje, y yo tenía que levantarme a las 6.45 a la mañana siguiente para ir a trabajar. Además, después de pasar doce horas en los mundos de Dilbert, me sentía tan cansado como si me hubiera acostado con cuatro docenas de súcubos.

Sí, la vida es una perra, pero se trataba de la cuarta película de Indiana Jones, y yo no quería esperar al fin de semana para verla, ni que nadie me diera su opinión sin que yo la hubiera visto antes.

Así que allí estaba yo, el día del estreno, sacando las entradas en un terminal de ServiCaixa al lado de un montón de gente cuya media de edad estaba entre los treinta y los cuarenta años. Me sentía bien por el simple hecho de estar a las puertas del cine. Las tres primeras películas de la saga las vi en en un televisor de Grundig que pesaba como cuatro elefantes y que, por supuesto, no tenía mando a distancia, y desde que se hizo oficial la producción de la cuarta entrega, tuve muy claro que la vería en la pantalla grande el mismo día del estreno. Había depositado grandes esperanzas en Indy, e incluso me había tomado mi tiempo para repasar la trilogía original en los días que precedieron al estreno.

Y por fin llegó la hora. La sala estaba de bote en bote. Algunos espectadores aplaudieron en cuanto bajaron las luces, volvieron a hacerlo cuando apareció el logo de Lucasfilm y repitieron una vez más al ver el fundido de la montaña de Paramount en un montículo de arena. Por suerte, los más bullangueros se asustaron un poco al ver salir un perro de la pradera generado por ordenador de la cima del montículo y dejaron de dar la murga.

Silencio, que empieza

Año 1957. En una carretera interminable de esas que tanto abundan en los Estados Unidos, unos jóvenes sobre ruedas echan una carrera a un convoy militar a ritmo de rock ‘n’ roll. Este atinado homenaje a «American Graffiti», una de las primeras películas dirigidas por George Lucas, es el primer indicio que tenemos de que la cinta va dirigida, como tantas veces ha afirmado Steven Spielberg, a los fans de la saga. ¿Podremos fiarnos de él? Pronto responderemos a esta pregunta. O no, según nos dé.

Tras separarse de los jovenzuelos, el convoy llega al Área 51, donde se encuentra el almacén gubernamental que vimos al final de «El Arca perdida». Aquí se descubre que los militares son en realidad soviéticos disfrazados a las órdenes de la coronel Irina Spalko, una espadachina temible con unos alucinantes poderes psíquicos que, para bien o para mal, no usará en toda la película. Para qué los tiene entonces, os preguntaréis. Ni idea, pero supongo que sin ellos la ficha del personaje quedaría bastante sosa.

Indiana Jones IV - Irina Spalko

Los rusos, malos como ellos solos, han secuestrado a Indiana Jones y a su viejo compañero de la II Guerra Mundial George «Mac» McHale, para que el veterano arqueólogo les ayude a encontrar una caja cuyo contenido ha sido clasificado como confidencial por el gobierno de los Estados Unidos.

Ver a Indy calándose su sombrero en la gran pantalla me llenó de entusiasmo. El héroe polvoriento que un día saltó de un caballo a un camión, el académico y aventurero, aún estaba ahí, con el pelo cano y algunas arrugas más, pero tan carismático como siempre. Por otro lado, hacer chistes sobre la demencia senil y la artritis es sumamente fácil, así que si hago alguno, tendréis que disculparme.

Indiana Jones IV - Indy y Mac

En un guiño improbable a las aventuras gráficas de LucasArts, Indy da un uso insospechado a un puñado de pólvora y guía a los rusos hasta la citada caja, donde se guardan los restos calcinados del extraterrestre de Roswell, que, según he oído, iba borracho y sin las luces puestas cuando se estrelló. Y sí, habéis leído bien: extraterrestes en una película de Indiana Jones. Para disgusto de muchos e indiferencia de otros, el misticismo cuasi religioso que marcó las anteriores entregas ha sido reemplazado por una atmósfera de ciencia ficción propia del cine de serie B de los años 50. El Arca de la Alianza, las piedras Sankara y el Santo Grial dicen adiós, y en su lugar aparece la Calavera de Cristal, un cráneo alienígena capaz de comunicarse con intelectos receptivos, y también, como luego comprobaremos, con Indiana Jones. ¡Ja! Estas gilipolleces se escriben solas.

Pese a la cantadísima traición de su viejo compañero de armas Mac, el sexagenario arqueólogo protagoniza una fuga increíble que nos devuelve al ágil Jones de toda la vida. ¡Y ojo!, porque si salís a por palomitas o a mear (esa cistitis…), no sólo os perderéis una escena vibrante con tiros, explosiones y puñetazos a cascoporro, sino también un atisbo del Arca de la Alianza; otro guiño, quizá demasiado evidente, a los seguidores de la saga.

Indiana Jones IV - Por los pelos

En su huida por el desierto de Nevada, Indy se mete de lleno en el campo de pruebas de una bomba H. Salir de esta no sería fácil en circunstancias normales, pero el guionista David Koepp se las sabe todas: Indy se mete en un frigorífico y sobrevive a la explosión sin un solo rasguño. ¿Exagerado? Sin duda. Pero las películas de Indiana Jones jamás se caracterizaron por su rigor científico. ¿O es que el salto en balsa de «El Templo Maldito» era más realista que esto? Además, la fotografía de Indy con el hongo provocado por la explosión es impagable.

Tras sobrevivir al incidente nuclear, Indy es llevado a un centro militar para ser interrogado por el FBI, que sospecha que el doctor pueda ser pelín rojete. Esta escena es bastante curiosa, porque aporta algunos detalles interesantes a la biografía del personaje; concretamente, se revela su participación en la II Guerra Mundial y su rango de coronel. Es un alivio saber que nuestro aventurero favorito no ha pasado los últimos diecinueve años bebiendo cerveza delante del televisor o jugando a los dardos en el pub de la esquina.

Indiana Jones IV - Interrogatorio

Forzado a abandonar su plaza de profesor por las disensiones políticas, Indy decide que ha llegado el momento de que la famosa línea roja le lleve al otro lado del Atlántico. Es entonces cuando se cruza en su camino el joven Mutt Williams, un motero que comparte vestuario con el Marlon Brando de «¡Salvaje!», y que está tan obsesionado con su peinado como el Travolta de «Grease». Mutt pide a Indy que le ayude a encontrar a un tal profesor Oxley, un viejo conocido de Jones detrás de cuya desaparición está la misteriosa calavera de cristal del título.

Una trifulca en una cafetería y una trepidante persecución en motocicleta preceden al viaje de Indy y su nuevo compañero a Perú, donde, de pasada, se canonizan «Las aventuras del joven Indiana Jones».

Indiana Jones IV - Mutt e Indy

Siguiendo las pistas dejadas por el profesor Oxley, la pareja descubre la tumba de Orellana, un conquistador español que desapareció buscando El Dorado. Los decorados de parque temático, un posible guiño al fulcro de «El Templo Maldito» y algunos muertos en estado de descomposición nos harán recordar al Indy que puso fin al culto thuggee. Ay, cuánto añoro a Tapón.

En la tumba de Orellana, nuestro dúo de aventureros encuentra la Calavera de Cristal, pero no tardan en ser capturados por los soviéticos, que conducen a la pareja a su campamento, instalado en mitad de la jungla. Aquí Indy y Mutt se reúnen con el profesor Oxley y también con Marion Ravenwood, el primer amor de Indy en el celuloide y, ¡sorpresa para el arqueólogo!, la madre de Mutt. La buena noticia es que la personalidad impetuosa de Marion se ha mantenido intacta todos estos años; la mala, que el tiempo no ha sido tan clemente con su rostro y sus caderas, aunque siga teniendo una bonita sonrisa.

Indiana Jones IV - Marion Ravenwood

Sorprendentemente, el hombre que puso en un brete a los nazis, no pone muchas pegas a la hora de colaborar con los soviéticos, y, al final, es Mutt quien interviene para sacar al grupo del campamento. Por desgracia, en su precipitada huida, Indy y Marion tienen la mala suerte de caer en lo que, para entendernos, llamaremos arenas movedizas. Y aquí llega el gran destripe: mientras Mutt va a buscar algo con lo que sacar a la ex pareja del atolladero, Marion revela a Indy que él es el padre del chico. Y si alguien había visto a Mutt antes y no se esperaba esta noticia de antemano, es que no conoce la obsesión de Steven Spielberg por las relaciones entre padres e hijos. Por otro lado, el rescate de las arenas movedizas, aunque predecible, es tremendamente divertido, y, al menos yo, encuentro bastante acertado que la única fobia conocida del doctor Jones haya ido a más con el paso de los años.

Después del revelador paréntesis, los soviéticos capturan de nuevo al pintoresco grupo, y todos se ponen en marcha hacia la ciudad perdida de Akator, también conocida como El Dorado. Indy y sus compañeros se liberan de los rusos una vez más, y huyen en un vehículo anfibio a través de la jungla, lo que sirve de excusa para que Mutt emule a Tarzán de los Monos y se bata en duelo con Spalko. Por fin, tras sobrevivir a una impresionante persecución y al rugido de la marabunta, Indy, Mutt, Marion, Oxley y Mac, que se supone que era un doble agente (sinceramente, podrían haberse ahorrado tanta tontería e incluso al personaje), llegan al Templo de Akator.

Indiana Jones IV - Mutt es Tarzán de los Monos

Acercándonos ya el final de la aventura, me parece lamentable que el profesor Oxley se convierta en el perro guía del grupo, e Indy, en cambio, no aporte absolutamente nada al clímax de la película. No obstante, seré justo y reconoceré que estar atado a un palo y cerrar los ojos mientras los rayos divinos del Arca fulminaban a los nazis en «El Arca perdida» tampoco fue gran cosa; pero, ¡eh!, al menos Indy intentó rescatar a Marion momentos antes del final de la cinta.

Después de escapar de los indígenas más pacientes de la historia del cine (¿establecerán turnos para esconderse en las paredes del templo?, ¿se lo echarán a suertes?) y de descubrir que los extraterrestres son los mayores coleccionistas de antigüedades desde que el mundo es mundo, el grupo llega a una sala circular donde trece esqueletos alienígenas descansan en sus respectivos tronos. En ese preciso instante, llegan los rusos con Spalko a la cabeza, y se descubre que Mac sigue estando del lado de los malos.

Indiana Jones IV - La sala de los tronos

Spalko coloca la Calavera de Cristal sobre la única osamenta decapitada, y los restos del alienígena cobran vida para conceder un presente a los visitantes. Yo hubiera pedido la mansión de Playboy y una carta para salir de la cárcel (nunca sabes cuándo puedes necesitar una), pero Spalko dice que quiere saberlo todo. Entonces ocurre lo inimaginable: el techo de la sala se abre a otra dimensión (¿?), el templo comienza a derrumbarse y los trece esqueletos se funden en un único extraterrestre que debía de ser familia del bicho aquel que salía al final de «Encuentros en la tercera fase».

Temiéndose lo peor, nuestros héroes salen escopetados del templo, mientras Spalko, presa de su egoísmo, muere de una forma aún más decepcionante que el festín de trapos que se dan los cocodrilos con Mola Ram en «El Templo Maldito». En mi opinión, como mala de la peli, Spalko se merecía un final mucho más macabro y explícito. Incluso la muy parecida muerte del doctor Ubermann en «The Fate of Atlantis» resultaba más espectacular, y estoy hablando de un videojuego de 1992 con música en formato MIDI y gráficos de 256 colores.

Indiana Jones IV - La muerte de Spalko

Con nuestros héroes ya a salvo, el valle de Akator termina de desmoronarse, y un gigantesco platillo volante emerge de entre sus ruinas. La estampa, una vez más, es extraordinaria, pero el concepto no deja de ser chocante para los seguidores de la saga. Ya sólo nos falta por ver el póster de «I want to believe» en el despacho del doctor Jones.

De vuelta a los Estados Unidos, Indiana Jones se casa con Marion, sentando por fin la cabeza y mostrando un signo de la madurez del personaje que va más allá de sus canas. Algunas personas dicen que esta boda choca frontalmente con el Indiana rompecorazones y experto en actividades nocturnas de las otras películas; pero, en mi opinión, habida cuenta de los años que tiene el personaje en el film, era la salida más lógica. A partir de ciertas edades, todos necesitamos a alguien que nos cambie los pañales. (Toma, otra pulla sobre lo viejo que está Indy. ¿Quién da más?)

Indiana Jones IV - La boda

Conclusión

Para los nostálgicos empedernidos, «Indiana Jones y la Calavera de Cristal» nunca podrá estar al nivel de sus predecesoras, y muchos achacarán este fiasco al trasfondo alienígena de la trama, que poco o nada tiene que ver con lo visto con anterioridad. A mi juicio, el problema no está tanto en la elección del elemento sobrenatural, sino en el enfoque excesivamente directo que se le ha dado. En este sentido, mientras que en la trilogía original no vemos en ningún momento a Dios, a Shiva ni a Jesucristo (los seres detrás de los MacGuffin), en esta cuarta entrega se nos muestra claramente al E.T. de turno (o ser interdimensional, como lo llama Lucas), perdiéndose así gran parte del misterio que rodea la Calavera de Cristal.

Yo, a la espera de volver a ver la película en DVD y de consultarlo una vez más con la almohada, he llegado a la conclusión de que lo mejor que pueden hacer los fans más intransigentes es contemplar «El Reino de la Calavera de Cristal» como el inicio de una nueva etapa en la vida de Indiana Jones, en lugar de quejarse y hablar de la mayor decepción cinematográfica de 2008. No deberíamos alabar el pasado a costa del presente, aunque, vista mi trayectoria en el blog, resulte extraño que yo lo diga.

Puntuación: 4 sombreros fedora sobre 5.

Indiana Jones IV - Puntuación

También en ion litio…

Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal
Indiana Jones Omnibus
Tráiler de ‘Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull’
Indiana Jones and the Fate of Atlantis
Indiana Jones and the Fate of Atlantis (II)

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Categorías: Cine-TV

20 comentarios

  • drugo
    27/05/2008 | 6:45

    El final muy flojo. Y como se les ocurra poner de Indiana a su hijo, habrá para matar a Lucas y Steven.

    Responder a drugo
  • hanok
    27/05/2008 | 7:36

    Estoy completamente de acuerdo con tu crítica. La película se puede clasificar como buena dentro del género de aventuras pero comparándola a las anteriores pierde mucho, sobre todo por la trama de los alienígenas (el Spielberg nos los quiere meter por todos lados).

    Las dos escenas que cambiaría sin dudarlo serían la del hijo haciendo de Tarzán y la del platillo volante.

    Lo que me ha gustado ha sido la actuación del chico. Tiene un papel divertido y no le quita mucho protagonismo al Indiana (que pensé que era lo que iba a pasar con el Harrison tan mayor).

    Un saludo.

    Responder a hanok
  • johnnydement
    27/05/2008 | 8:58

    Hombre, la marabunta de circo, cuando intenta llegar la Sparko colgada en el arbol tambien era para darle de comer aparte eh? 😛

    Pero opino lo mismo, contando que ya no se hacen pelis de aventuras, y si la comparo con sus contemporanias, es decir, ‘la busqueda’ le da de patadas, en cambio Sahara, me parece mas buena, y para el que quiera considerar piratas del caribe de avenutas… se come al Indy con patatas…

    Responder a johnnydement
  • [DoodoM]
    27/05/2008 | 14:13

    Para mí las coas más ridículas fueron las siguientes:
    1) Indy se mete en un frigirorífico y sobrevive a la explosión de una bomba H. Vamos, que sale el tío y se pone a ver el hongo nuclear como si nada.
    2) Mutt hace el Tarzán por unas lianas que misteriosamente aguantan su peso y están a la distancia adecuada, y para más colmo los monos le ayudan con Irina Spalko.
    3) Los nativos americanos llevan ¿siglos? esperando escondidos en los lugares más insospechados a que venga algún intruso para zurcile los morros.
    4) Lo de la calavera de orígen alinenígena pase, pero lo de los 13 esqueletos de cristal que se fusionan en un ET como si nada ya clama al cielo. Más exagerada aún es la escena del platillo volante. No me explico como uno de esos pedruscos gigantes no se lleva por delante al grupillo de protagonistas.

    Y el final de Irina Spalko simplemente patético.

    Por todo lo demás la película me ha encantado, pero parece que Spielberg y Lucas han preferido narrar una aventura subrealista y el misticismo de las anteriores sabiendo ya de antemano que gracias a la trilogía original la película iba a ser un taquillazo.

    De todos modos a mí la película me sabió a poco. Me pareció tremendamente predecible y corta. Puede que me equivoque con lo que voy a escribir, pero ojalá hagan otras dos pelícuas.

    Responder a [DoodoM]
  • Mr_guybrush
    27/05/2008 | 14:36

    Muy de acuerdo con tu critica.
    La verdad es que yo era muy excéptico con este «joven indy» que nos meten con calzador, pero he quedado conforme, tanto con la personalidad como con la actuación del, a todas luces, próximo indiana jones.

    Lo de tarzan da verguenza ajena, los extraterrestres no me gustaron mucho, lo de la explosión nuclear en la nevera… en fin y la escena de las arenas se nota metida con calzador, solo para soltar la noticia del sucesor, como quien dice «ven que te voy a contar una cosa y después dejamos que nos capturen y siga la película».

    con todo es una película divertida, y casi a la altura de las anteriores, quizá poco original, puesto que casi todas las escenas importantes son homenajes a las peliculas anteriores o incluso al videojuego, pero no me quejaré, puesto que ya tenia la idea de que esta pelicula iba a ser muy «fan service» xD

    Responder a Mr_guybrush
  • Manuel
    27/05/2008 | 15:07

    Pues qué lástima…

    Está visto que Lucas cada vez pierde más, y que se han empecinado en darle ese ‘toque familiar’ a todas las películas en las que participa… en lugar de rodar para los adultos de hoy, que son los niños/jóvenes de ayer que se quedaban boquiabiertos viendo al Dr. Jones en acción, o se tapaban los ojos ante el miedo que daban los nazis de la primera película, o los habitantes del Templo de la segunda…

    Blandos… les veo muy blandos a Spilberg y Lucas…

    Responder a Manuel
  • TANDRO
    27/05/2008 | 15:55

    Muy buena crítica, Joe. Sólo te ha faltado mencionar que si un ser humano se cae por (no una, ni dos) tres cataratas no cuesta nada salir intacto. 😛

    ¡Un saludo!

    Responder a TANDRO
  • q256
    27/05/2008 | 17:30

    Gran película de aventuras, mala entrega de Indiana Jones.

    Sin la contricción de los spoilers, diré lo que menos me ha gustado de la cinta:

    1) La calavera comodín que vale para todo, desde repeler a las hormigas hasta abrir puertas o espantar a los indios.

    2) Que Indy, antaño un personaje culto y con pasión por la arqueología, es aquí una caricatura de si mismo, que entra en la tumba de Orellana poco menos que pateando los cadáveres y otros restos arqueológicos. Y por si fuera poco, en el último tramo de la película directamente no hace nada, dejándose guiar por Oxley: «¿Que hacemos ahora Ox?» «¿A donde vamos Ox?» ¡por dios, un poco de iniciativa!

    3) El epílogo de la boda esta totalmente fuera de lugar, aunque no es ni mucho menos lo más ridículo.

    4) Y que, a pesar de todo, la película me ha gustado. Eso sí, el auténtico Indy 4 siempre será «The Fate of Atlantis»

    Responder a q256
  • Wiz!
    27/05/2008 | 19:36

    Eh…. ¿no están siendo algo duros con la película?
    Yo la encontré bastante buena, sé que no llega a la altura de sus predecesoras, pero aún así es buena.
    Aunque todas las fallas que han dicho, es como para irse al pasado y decirle eso en la cara a Lucas y a Spielberg.
    Buen artículo, Joe xD

    Responder a Wiz!
  • Floc
    27/05/2008 | 22:49

    Yo es la primera que he visto y me ha parecido un peliculón. Si realmente es tan mala comparada con las anteriores, fantástico! Así me quedan tres joyas por ver 😀

    [DoodoM], lo de los monos que comentas creo que se debe a que encuentran a Mutt como su superior por el parecido con el tupé. No sé si te servirá de explicación, pero creo que es la que se quiere dar a entender (cuando el que el mono y Mutt se quedan mirándose fijamente xD)

    Por cierto, el primer alien que encuentran no tiene nada que ver con los 13 del final, no? No acabo de pillar eso.

    Responder a Floc
  • Teucrum
    28/05/2008 | 0:37

    Yo preferia que se hubisen quedado con las 3 que ya había y ya estaba, a esta pelicula le exijo como le exigiria a una hipotética Goonies 2.

    pd: los extraterrestres para star wars leche.

    Responder a Teucrum
  • imgoka
    28/05/2008 | 14:39

    ¿Qué entiendes tú por una crítica? ¿Contar el argumento de una película?
    Al final lo que dices son un par de opiniones personales basadas en tus propios gustos sin ningún tipo de justificación. Me parece correcto que lo hagas.. pero no llames a esto crítica porque para nada lo es. Simplemente es un resumen del argumento y además tan excesivo en detalle que no sirve para nada, al que no ha visto la película se la jodes y al que ya la ha visto se lo salta.
    No sé… no me da mucha confianza esto como para tener algún comentario de la película… Simplemente hazte una pregunta: ¿También haces críticas de juego del mismo modo?

    Responder a imgoka
  • El Tipo de la Brocha
    28/05/2008 | 20:02

    A ver, al espabilado de turno que dice llamarse «imgoka»:

    Crítica: dícese del «examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc.» (DRAE).

    Partiendo de esta premisa:

    1. En el primer párrafo del artículo verás que manifiesto mi opinión sobre la película de manera bastante concisa y clara.

    2. Aviso de que voy a desgranar el argumento al comienzo, antes del botón «Leer el resto del artículo». El que se estropea la película es porque quiere, o porque no sabe leer.

    3. En el apartado titulado «El estreno» hablo, entre otras cosas, de mis expectativas, lo cual considero puede ser importante de cara a cualquier juicio que emita a continuación.

    4. Opino sobre el personaje Indiana Jones («Nada más ver a Indy… tan carismático como siempre»), sobre Shia Labeouf y su interpretación de Mutt Williams («Shia puede tener… enérgico y divertido») y sobre el regreso de Marion («La buena noticia es… hermosa sonrisa»).

    5. Comento lo que me ha parecido el paso de lo místico a lo científico-ficticio.

    6. Destaco fotografías de la película que me sorprendieron muy gratamente (el hongo de la explosión nuclear y el desmoronamiento de Akator).

    7. Menciono que determinados momentos me recuerdan a las películas anteriores de la saga («Los decorados de parque temático… culto thugee»).

    8. Adjetivo escenas que me parecieron emocionantes o divertidas (la persecución previa al viaje a Perú, la parte de las arenas movedizas).

    9. Digo cuál es, en mi opinión, la escena más ridícula del filme («En una larga persecución… minutos más vergonzantes de la película»).

    10. Valoro negativamente el hecho de que Indiana Jones se limite a seguir al profesor Oxley hacia el final de la película.

    11. Tacho de decepcionante la muerte de Irina Spalko.

    12. Comento que el matrimonio de Indy me parece un signo de su madurez.

    13. Comparo la película con sus predecesoras y señalo que, en determinados aspectos, «Spielberg debería haber sido más humilde y discreto».

    14. Doy un consejo acerca de cómo disfrutar la película.

    Y además de todo esto, recapitulo esta cuarta entrega de las aventuras de Indiana Jones.

    Si te parece, imgoka, que no he manifestado suficientes opiniones o juicios acerca de la película, estás en un error. Pero, claro, tampoco voy a pedirle peras al olmo. Un tipo que te suelta «Al final lo que dices son un par de opiniones personales basadas en tus propios gustos sin ningún tipo de justificación» y se queda tan ancho, probablemente no recibió la alimentación adecuada cuando era pequeño. Porque, lógicamente, las opiniones personales no se pueden basar en gustos, y, por supuesto, nada puede justificarse en los propios gustos, ¿verdad? Pues menos mal que existen máquinas que valoran objetivamente las películas para no correr estos riesgos, porque de lo contrario estábamos listos.

    Anda que…

    ACTUALIZADO: He modificado enormemente el artículo en pro del humor, así que lo que digo en este comentario puede no corresponderse con el texto actual.

    Responder a El Tipo de la Brocha
  • El Conde Jayán
    28/05/2008 | 20:59

    Sólo aportar un par de anotaciones, además del hecho de que disfruté de la película (aunque sí, hay conceptos mejorables y no está -como es lógico- al nivel de las clásicas -o al menos de la mayoría de ellas-):

    – El tema de sobrevivir a la explosión nuclear táctica sigue siendo una fantasmada, pero menos, si os fijáis en el detalle (justo antes de que se cierre el mismo) de que pone que está hecho de plomo. Por la radiación (sí, la explosión sigue siendo la misma, estamos de acuerdo, pero al menos el Dr. Jones no se irradia ^_^U).

    – Me alegro de no haber sido el único que relacionó la muerte de irina Spalko con un guiño al final de «Indiana Jones & The Fate of Atlantis»; pero matizar que en la magnífica aventura gráfica el que moría al final en la Máquina de los Dioses por utilizar 100 cuentas de orichalcum no era el Dr. Übermann (que hasta donde yo recuerdo no salió de su laboratorio), sino el militar-espía Klaus Kerner.

    ¡Nos leemos!

    Responder a El Conde Jayán
  • El Tipo de la Brocha
    28/05/2008 | 22:26

    Un apunte, El Conde Jayán:

    Klaus Kerner, efectivamente, muere cuando prueba la máquina; pero, acto seguido, y después de que Indy se libre con su ingenio de correr la misma suerte que el agente nazi, quien prueba la máquina y muere de manera espectacular es Ubermann. Kerner sólo se convierte en un enano monstruoso y se arroja a la lava.

    Puedes verlo (con voces en inglés) aquí:

    – Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=tE6gtnBxJcE
    – Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=vSIbz739h1o

    Responder a El Tipo de la Brocha
  • El Conde Jayán
    29/05/2008 | 19:31

    Disculpen vuestras merced, que cometí un (imperdonable para un lucasartiano) error, y el Caballero de la Brocha Enhiesta razón tenía. 😉

    Qué recuerdos… como alguien comentaba por ahí, debería sacar un hueco este verano para volver a pasármelos (Los Indys y los Monkeys, al menos).

    ¡Salud la concurrencia!

    P.D. Por cierto, me quedo con la versión original… ¿Soy al único al que las voces le parecen terribles?

    Responder a El Conde Jayán

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