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La verdad por delante: «Pac-man» nunca ha sido un juego que me haya gustado especialmente. No es que lo considere malo, al contrario, creo que es un juego que ha marcado un antes y un después; por ello merece un lugar en la historia de los videojuegos. Es simplemente que es demasiado difícil. Complicado hasta la frustración, me atrevería a decir.

Por más que he intentado darle una oportunidad, nunca he llegado a pasar del segundo nivel de los 256 que tiene. No obstante, es un icono, y como tal lo respeto. Sin embargo, con el nuevo «Pac-man Championship Edition DX», la historia es distinta. Es cierto que es un título inspirado en el original, tanto en la mecánica como en el diseño de los niveles y en la música machacona que lo acompaña. Sin embargo, cuenta con una serie de añadidos que lo hacen totalmente distinto, justo a tiempo para celebrar su 30 aniversario. Y está disponible para Xbox 360 y PlayStation 3.

Para empezar, la dificultad se ha rebajado considerablemente gracias a que ahora ya no sera tan fácil que los fantasmas nos acorralen. Y la mecánica, a pesar de lo que pueda parecer, es muy distinta. En el modo de juego por defecto, esto es, por tiempo, nuestro objetivo es acumular el máximo número de puntos posible. Y esto se hace de dos maneras: comiendo frutas y pastillas (o pac-puntos, que suena mejor)… y comiendo fantasmas. Porque ahora ya no habrá tan solo cuatro fantasmas, sino que el número puede alcanzar la treintena.

Estos fantasmas, eso sí, son bastante más tontos. Cada vez que nos comamos una fruta, aparecerán varios de ellos, pero permanecerán inactivos hasta que pasemos a su lado y los «despertemos», momento en el que empezarán a perseguirnos. Nuestro objetivo, por tanto, es formar la mayor cola de fantasmas posible, como si del videojuego de la serpiente se tratara, para a continuación tomarnos la pastilla mágica, darnos la vuelta, y comernos de una sentada a toda la fila de fantasmas, ya que cuantos más comamos de una sentada, uno detrás de otro, más se multiplicará la puntuación.

Los fantasmas clásicos, eso sí, también volverán a hacer aparición, cada uno con su personalidad. Si no sabéis a que me refiero, os remito a nuestro otro artículo sobre el clásico «Pac-man». Pero, como ya he dicho antes, no será tan fácil que nos acorralen gracias a dos mejoras importantes. La primera de ellas son las «bombas», una especie de botón de pánico (con un número limitado de usos) que podremos pulsar cuando nos veamos apurados para despejar la pantalla de fantasmas.

La segunda innovación, y la que más me ha gustado personalmente, es el tiempo bala. Espera… ¿tiempo bala en un «Pac-man»? Pues sí, ya que cada vez que nos enfrentemos a una situación potencialmente peligrosa (vamos, cuando estemos a punto de ser atrapados) la velocidad del juego se ralentizará para darnos tiempo a pensar nuestro siguiente movimiento, un efecto tan vistoso como útil.

Así pues, este «Pac-man Championship Edition DX» es un digno ejemplo de lo que debe ser un buen remake: coger una fórmula que funciona y mejorarla aún más. Un título que engancha como pocos y es perfecto para una partida rápida… o para pasar horas ante la pantalla. Aunque no deja de ser a su vez una mejora del anterior «Pac-man Championship Edition», la coletilla DX significa que dispondremos de más niveles, más opciones de juego y más posibilidades de personalización (pudiendo elegir el aspecto gráfico del mismo a nuestro antojo). Pero como las palabras no alcanzan a describir todo lo que supone este retorno de un clásico, es mejor que lo veáis por vosotros mismos:

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