Mar
24
2010

King’s Quest: Quest for the Crown

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King's Quest I - CarátulaMe encantan las aventuras gráficas. Ahora bien, cuando morir está a la orden del día, mi paciencia suele acabarse antes de que consiga interesarme por el argumento del juego. De ahí que, durante la edad de oro de las aventuras gráficas, lo más que llegara a sentir por los títulos de Sierra fuera una curiosidad rayana en la indiferencia; curiosidad que, además, acabaría convirtiéndose en puro aborrecimiento tras jugar al «Torin’s Passage», en el que no solo tuve que enfrentarme a acertijos diabólicos, sino también a un sistema operativo que se negaba a ejecutar el juego como es debido a menos que sacrificase un monigote hecho de frutas en su honor

Y esto ha sido así hasta que no hace mucho, navegando por Internet, me topé por casualidad con un remake de «King’s Quest: Quest for the Crown», creado por AGDInteractive Studios.

Aunque conocía la saga de oídas (los «King’s Quest» de Sierra vienen a ser como los «Monkey Island» de LucasArts), no había probado ninguna de sus entregas ni tenía intención de hacerlo. Pero como era gratis y no tenía mala pinta, decidí que había llegado la hora de descubrir si su fama era merecida.

Antes de nada, y anticipándome a los posibles comentarios de los lectores más veteranos, he de decir que no he jugado a la versión original de 1984 ni pienso hacerlo. ¿Por qué? Dicen que una imagen vale más que mil palabras:

King's Quest I - Comparativa

Puede que los gráficos de 16 colores tengan su encanto en un futuro alternativo en el que los tentáculos son la especie dominante del planeta, pero lo que sin duda acaba de echarme para atrás es el hecho de que en el «King’s Quest» original había que teclear todas las acciones a realizar por el personaje, con excepción de los movimientos. Y no es por nada, pero si en lugar de escribir instrucciones del tipo «empujar roca», puedo hacer clic en la pantalla, mejor que mejor. Lo que no quita para que hable un poco sobre los inicios de este proyecto.

Origen

Nuestra historia se remonta a 1983, coincidiendo con el primer año de emisión del «Equipo A» y con el estreno de «El retorno del Jedi» en los Estados Unidos. Fue entonces cuando la vetusta IBM se puso en contacto con la emergente Sierra On-Line para que ésta desarrollase un juego que demostrase todo el potencial de su nueva máquina. ¿Y qué clase de bestia tecnológica podía soportar una paleta de 16 colores y 128K de memoria? Pues ni más ni menos que el IBM PCjr. Poco puedo decir acerca de este ordenador, salvo que me he sacado mocos con especificaciones técnicas superiores.

King's Quest I - IBM PCjr

Roberta Williams, una de las pioneras del mundo de las aventuras gráficas, se puso al frente del proyecto, y, apenas un año más tarde, «King’s Quest» estaba en las tiendas.

Afortunadamente, aunque el IBM PCjr era un trasto condenado a coger polvo en algún triste rincón, el juego fue relanzado para PC en 1985, convirtiéndose en un éxito de ventas que revolucionó el género de las aventuras para ordenador con sus gráficos de 2.5 dimensiones y la posibilidad de controlar al personaje principal en pantalla. Sí, ahora suena estúpido, pero debéis recordar que entonces la raza humana era un pueblo nómada y cazaba mamuts para alimentarse.

Renacimiento

El remake al que aludía antes, programado en 2001 por AGDInteractive Studios y cuya versión 4.0 salió en enero de 2009, puede enorgullecerse de ser el primer remake de una aventura gráfica realizado íntegramente por fans y el primero de su tipo en incluir voces.

Si queréis, podéis leer más sobre su desarrollo en la página oficial de la compañía. Ya sabéis que yo prefiero hablar de temas que supongan un verdadero reto para mi intelecto, como galletas con forma de dinosaurio o catálogos de juguetes.

The Quest (no confundir con la peli de Van Damme)

El juego nos traslada al reino de Daventry, un lugar mágico poblado por criaturas fantásticas, antaño esplendoroso, pero que ahora pasa por una época de oscurantismo, como yo cuando me uní a la secta de los templarios, aunque acabé dejándolo cuando me pidieron que me disfrazara de payaso. El anciano rey Edward, llamado el Benevolente (probablemente por no ser un sádico hijo de puta que se entretiene colgando campesinos), decide enviar a su caballero más noble y valiente en una misión para restaurar la gloria perdida de su reino.

Nosotros, en el papel de Sir Graham, somos ese caballero, y nuestra labor consiste en recuperar tres objetos mágicos que han sido robados y desperdigados por las tierras de Daventry: un espejo que permite ver el futuro, un escudo que protege a su portador de todo peligro y un cofre lleno de oro que jamás se agota. Una vez encontrados, ya pensaremos si nos compensa o no devolverlos. Siempre he querido devaluar el oro a nivel mundial.

King's Quest I - Audiencia con el Rey

El rey, además, tiene más años que Matusalén y nos confiesa que le gustaría abandonar este mundo sabiendo que deja todo en orden y que un sucesor digno ocupará su trono. Por supuesto, nadie puede ser más digno de semejante honor que quien sea capaz de cumplir el encargo del rey, aunque lleve leotardos azul celeste y le haya robado el gorro a Robin Hood.

Nuestra búsqueda comienza a las puertas del castillo y se desarrolla a lo largo y ancho de los bosques de Daventry, un área extensa, bastante intrincada y en la que es fácil extraviarse. Por eso, lo primero que recomiendan los expertos (es decir, yo) es llevar a cabo un estudio topográfico del lugar y reflejar nuestros descubrimientos en un mapa. Por supuesto, podemos encontrar uno en Internet, pero eso no tendría gracia. Yo he preferido pasarme el juego a la vieja usanza, sin utilizar guías ni ayudas de ningún tipo (salvo para adivinar el nombre de un puñetero gnomo: Nikstlitslepmur; ¿le llegará alguna carta?), y eso implica haber creado mi propio mapa. Pinchad en la imagen para ver esta obra de artesanía en todo su esplendor.

King's Quest I - Mapa de Daventry

Los escenarios, dicho sea de paso, no son demasiado variados, aunque, por su singularidad, merece la pena destacar la casa de jengibre, el cubil del dragón, la cueva de los leprechauns y el reino de las nubes. El resto de los escenarios consisten básicamente en combinaciones de árboles, ríos, estanques y lagos. Tampoco hay muchos personajes con los que interactuar ni un enemigo principal que haga las veces de némesis, lo que redunda en un mayor recogimiento del universo creado por Sierra para esta aventura.

En este sentido, el juego viene a ser como un «The Secret of Monkey island» reducido a la parte de las tres pruebas y sin LeChuck, ni Elaine, ni peleas de insultos ni diálogos tronchantes. Felizmente, casi todos estos detalles se pulirían en la segunda entrega, «King’s Quest II: Romancing the Stones».

Otras consideraciones

Aunque Sierra no implementaría el sistema de point ‘n’ click hasta la quinta entrega de la saga, por suerte la versión de AGDInteractive Studios puede manejarse con el ratón. Haciendo clic derecho cambiaremos entre las distintas acciones posibles (caminar, mirar, usar/coger y hablar), mientras que con el izquierdo ejecutaremos la acción seleccionada sobre el objeto que previamente hayamos señalado con el cursor.

Sí, lo sé, os acabo de descubrir un mundo completamente nuevo. En mi próximo artículo, os explicaré cómo se juega al «Tetris».

Por lo demás, el inventario está en un «desplegable» en la parte superior de la pantalla, junto al acceso directo a las distintas acciones y el menú de opciones, en el que podemos cambiar, entre otras cosas, la velocidad del juego, lo cual es muy de agradecer dada la extensión de nuestros paseos.

King's Quest I - Inventario

En cuanto a los puzzles, todos ellos son eminentemente lógicos, por lo que, una vez hayamos descubierto cómo resolverlos, maldeciremos a aquellos programadores que nos hicieron contemplar la posibilidad de meter un pulpo en un retrete y darle de comer natillas para conseguir el cinturón de un pescadero.

De hecho, el único acertijo que supone un quebradero de cabeza es el del gnomo que he mencionado antes, ya que para resolverlo hay que conocer el cuento popular alemán de Rumpelstiltskin, que, escrito al revés, es Nikstlitslepmur. Si alguno de vosotros conocía este cuento de antemano, por favor que me lo diga, porque a mí me sacáis de «Los tres cerditos», «Caperucita Roja» y «Till Eulenspiegel» y me pierdo.

También es una gozada que determinados puzzles tengan más de una solución. Así, por ejemplo, cuando nos topemos con el gigante podremos esquivarlo utilizando un anillo de invisibilidad o bien matarlo con una honda.

King's Quest I - Muerte por ogro

Hablando de muertes, no serán pocas las que suframos en nuestras carnes si no nos andamos con ojo. No solo hay peligros acechando por doquier, como el hechicero, el ogro o la bruja, que merodean por la parte oscura del bosque, sino que, además, nosotros mismos podemos conducir a Sir Graham a su tumba sin necesidad de intervención ajena, ya sea dando un paso en falso cerca del foso del castillo, empujando una roca desde el lado equivocado, o permaneciendo más tiempo del recomendable debajo del agua. Sir Graham no aguanta la respiración diez minutos ni de lejos.

Lo aconsejable, por tanto, es grabar cada dos por tres y mantener al menos dos partidas separadas, por si metemos la pata en algún momento y necesitamos volver a un estadio anterior de nuestra aventura. No obstante, el remake, a diferencia de la versión original, nos da la opción de evitar los «callejones sin salida», de modo que nunca nos quedemos bloqueados de manera definitiva.

Para mi asombro, la posibilidad de morir en el juego no me desagradó ni una cuarta parte de lo que lo hizo en «Heart of China», quizá porque en este último las muertes tendían a lo imprevisible y muchas veces pecaban de absurdas. En cambio, en «King’s Quest» incluso me parece divertido que si hacemos clic sobre el río, Sir Graham se arroje a él sin poner ni una sola pega. Me da la sensación de haberme convertido en un genio maligno.

En definitiva, «King’s Quest» es un videojuego que poco tiene que envidiar de las primeras aventuras gráficas de LucasArts, y que recomiendo probar a todo aquel de vosotros al que le guste el género.

Descarga | King’s Quest: Quest for the Crown (remake)

Fuentes:

«King’s Quest: Quest for the Crown» en Adventure Classic Gaming

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Categorías: Videojuegos

12 comentarios

  • metalzombie
    24/03/2010 | 9:53

    Joder, vaya risas me he echado con el mapa… jajaja muy currado!!

    Responder a metalzombie
  • Cloro
    24/03/2010 | 10:19

    En mi recuerdo la saga «king’s quest» tenía unos gráficos espectaculares. La comparativa de versiones me ha hecho envejecer psicológicamente…

    El cuento de Rumpel… me suena, creo que el enano de marras le robaba el hijo a la típica princesa, y la única manera de recuperarlo era adivinar su verdadero nombre. De hecho incluso me parece que hicieron un capítulo relacionado en la serie de dibujos de los cuentos de Alf.

    Responder a Cloro
  • NepT1
    25/03/2010 | 7:34

    Tiene buena pinta el Remake, yo solamente jugué a la ultima versión, la VIII y me gusto bastante, no se porque después no continuaron con la saga ahora que ya habían empezado con las 3D

    Responder a NepT1
  • Konamiman
    25/03/2010 | 12:56

    Pues ya me dirás cómo lo has hehco para sacarte mocos con más de 128K, yo los consigo de 64K y gracias…

    Responder a Konamiman
  • Truch
    25/03/2010 | 13:53

    Muy bueno, muy currado, muy divertido.

    Es muy gratificante leer alguno de tus artículos por que con tu sentido del humor me he sacado unas risas, sobretodo con el mapa, mucho curro y mucho enfasis en un remake hecho por fans.

    Espero más!!! más!

    ültimamente no comento tanto, no se porque, tampoco lo fuerzo, pero que sepas, que con respeto a q256, tus artículos son los que más me apasionan a día de hoy.

    Y después de tanto elogio….me despido hasta el próximo artículo.

    PD: igual juego una partida 😉

    Responder a Truch
  • El Tipo de la Brocha
    25/03/2010 | 20:40

    Se agradecen las alabanzas. Con unos pocos comentarios ya siento que el esfuerzo merece la pena.

    Pero no me quejaría si hubiera más.

    Responder a El Tipo de la Brocha
  • Avenger
    26/03/2010 | 1:32

    Exelente articulo en lo personal no conocia estos juegos pero pues voy a jugarlos se ven muy interesantes gracias

    Responder a Avenger
  • Truch
    26/03/2010 | 2:22

    Tengo un colega que se ha dignado a pasar por un articulo anterior en el que te pongo por las nubes…(el primero de Dragones y mazmorras creo) y vamos….

    Como de exagerado me lo comentaba!! jajajaa

    A veces si, me paso, pero si leo algo que me hace reir y sentir curiosidad debo decirlo, pero bueno, espero no pasarme en azucar.

    Aunque está claro que a nadie le amarga un dulce tampoco, jejeje

    Responder a Truch
  • andres
    28/03/2010 | 18:15

    jajaja «debéis recordar que entonces la raza humana era un pueblo nómada y cazaba mamuts para alimentarse.»
    me mato jeje xD

    Responder a andres
  • Anonimatus
    31/03/2010 | 16:07

    Me encanta el mapa.

    Aquí en España el cuento de Rumpelstiltskin es más conocido como «El Enano Saltarín»

    Responder a Anonimatus
  • Kamul
    31/03/2012 | 13:28

    El Reino de Daventry, famoso por sus lagos, sus matorrales y su bosque oscuro con brujas pirujas, ogros macarras, enanos escamoteadores y magos trolleros en eterna búsqueda de conejillos de Indias. Un reino cuya economía está por los suelos por culpa del impuesto de la familia Delpuente, ese ilustre linaje de trolls especuladores que te exigen algo a cambio sólo por el derecho de paso para contemplar el siguiente lago del mapeado. Algo me dice que el propio rey Edward tiene sangre de troll en las venas, porque hay que tener mala leche para dejar semejante ruina de reino en herencia a tu caballero más fiel.

    Con perdón por el comentario chorra, decir que estoy en proceso de pasarme el juego, el cual adquirí en el pack de la saga completa de Steam, y no he podido evitar detenerme a buscar comentarios de otros usuarios. Y esto me llevó a tu página. Muy grande tu análisis con una buena dosis de humor, y grandísimo el mapa, que me ha hecho caer redondo de la silla.

    El enano debería haberse llamado «Hijodelagranputa».

    Responder a Kamul
  • Chus
    11/09/2013 | 0:46

    «Maldeciremos a aquellos programadores que nos hicieron contemplar la posibilidad de meter un pulpo en un retrete y darle de comer natillas para conseguir el cinturón de un pescadero.»

    Ja, ja, ja, lo que me he reido con eso, hay que ser friki para saber a que se refiere.

    Algún día terminaré de leerme la saga, para ver donde acaba A’Tuin…

    A propósito, y no es coña, escribo desde Daventry, existe y está en Inglaterra.

    Un saludo, y gracias por el mapa

    Responder a Chus

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