El viaje de fin de curso
Todo el año lo pasabas entre exámenes, trabajos, saltos absurdos y volteretas en gimnasia, tardes eternas perdidas en la biblioteca, solo para conseguir alcanzar el objetivo final: el viaje de fin de curso.
Para algunos era la primera vez que salíamos de casa por más de un día. Nos resultaba llamativa la idea de dormir fuera y rodeados de toda la gente de clase. Nos motivaba la sensación de compartir tiempo con aquellas personas que veíamos todos los días, pero en otra situación totalmente diferente. Os voy a contar cómo fue mi primer viaje de fin de curso.
Lo recuerdo como si hubiese sido ayer. Ya había salido antes a granjas-escuela y similares, pero siempre volviendo el mismo día de partida, por lo que aquel viaje iba a ser especial. Iba a pasar una noche fuera. Mi madre, por supuesto, bastante nerviosa. Le daba reparo dejar a su hijo solo y abandonado en las manos de algún monitor veinteañero y juerguista, no fuera a ser que volviese pervertido. Si ella supiera…
Me acuerdo que aquel viaje lo hice cuando estaba cursando séptimo de E.G.B. (¡Qué raro suena decir eso!, ¿eh?). La salida en concreto era a Santiago de Compostela. Lo primero de todo era preparar la maleta. Como era mi primera maleta, la hice con mi madre (ahora lo sigo haciendo; hay ciertas tareas que una madre va a supervisar siempre).
A ver, te voy a meter una muda por cada día que vas, más una de recambio por si llueve y te mojas, más otra de requeterrecambio por si los marcianos invaden la Tierra, que no te pillen con esos calzoncillos tan viejos.
Al final, como había que ser previsores, te acababas llevando todo el armario. ¡Una maleta de 30 kilos para tres días! El conductor del autobús, cuando fui a subir me quiso cobrar un extra por exceso de equipaje, yo le conté que me había hecho la maleta mi madre, me miró asintiendo, me dio una palmadita en la espalda y se alejó lentamente. Creo que a él también le había pasado.
El viaje de ida en autobús era de lo más animado, al contrario que el de vuelta, del que luego hablaremos. Los asientos más cotizados, sin duda, eran los de la última fila, que solía estar ocupada por los malotes de clase, incluso se habla de la leyenda urbana de que un conocido de un amigo de la chica rubia de la clase que se sentaba al lado de mi amigo del alma había conseguido fumar en la parte de atrás.
Al final, llegamos a Santigo de Compostela. El que haya sufrido este viaje en autobús sabe lo que es… un sufrimiento. Allí nos alojábamos en un colegio que tenía residencia. Evidentemente, el pensamiento que más rondaba nuestras avispadas cabecitas adolescentes era: «¿Serán mixtas las habitaciones?». Un pensamiento que se iba a quedar solo en nuestros sueños. La habitación de los chicos a un lado y la de las chicas al otro, menuda pena.
Lo que sí recuerdo con claridad cristalina fue uno de los momentos de ese viaje que me marcó para toda mi vida. Llegaba la hora de las duchas, y para alcanzar el baño había que pasar por delante de todas las puertas de las habitaciones de las chicas. Antes de ducharnos, llegó el monitor y nos dijo: «Para ir al baño, quitaos la ropa y os enroscáis la toalla, para así no mojar la ropa en las duchas»; afirmación bastante coherente por su parte.
Me acerqué a la mochila para coger mi toalla y dirigirme por el pasillo mostrando pechito a las féminas cuando, de repente, me acordé de las palabras de mi madre:
Para no ocupar mucho espacio no te meto toalla de ducha, te pongo una de estas del lavabo.
Me llenas la maleta de cosas que ni siquiera voy a desdoblar, y en esto, que va a cubrir mi más preciado tesoro, intentas ahorrar. Así no se puede desarrollar en plenitud un adolescente. Pero como no tenía otra alternativa, cogí la toalla y me la enrollé a la cintura. Hay que contar que por aquella época ya pasaba del metro ochenta y tenía unas dimensiones bastante amplias, por lo que, evidentemente, la toalla no me cerraba. Os podéis imaginar la estampa. Un tío enorme con una toalla que no le llega ni a la mitad de los muslos y no le cierra en la cadera. Un cuadro. Y así me tuve que pasear por delante de la puerta de las habitaciones de las chicas, con el consiguiente pitorreo de las mismas, que, apostadas a la entrada, se dedicaban a mirar al personal como si fuese un desfile de modelos.
El viaje en sí no estuvo del todo mal, solo que fue demasiado cultural. Muchas iglesias, museos, paseos turísticos… Lo interesante de esos viajes eran las noches, que permitían que las personas de ambos sexos se acercasen y tuviesen sus primeros rocecillos. Nosotros nos despedimos el último día haciendo una especie de «baile de fin de viaje». Estaba todo preparado: música de Alejandro Sanz, idónea para arrimarse bien; luces bajas, y, sobre todo, mucha predisposición por parte de todos, y eso que no había alcohol. Si tenías suerte, a lo mejor te ibas a la cama esa noche con un besito inocente. Había que ir despacio.
Pero como todo, el viaje tenía un final. La situación era la misma que al principio pero al revés, es decir, un autobús lleno de zombis medio muertos por el cansancio de la vuelta a casa y con las maletas llenas de ropa casi intacta. Al llegar a la ciudad de destino nos encontrábamos con una masa ingente de padres esperando a las mismas puertas del autobús, recibiendo a sus criaturas con besos y abrazos, como si hiciese cinco años que no las veían.
Para mí siempre quedará como una de las experiencias más impactantes y emocionantes de mi vida; nunca la olvidaré. Y eso que no conseguí ligar, vomité en el autobús, me hice una luxación en la espalda por llevar la maleta y encima todas las chicas me vieron la… toalla pequeña.
También en ion litio…
Eduard Matas, el viajero de las parties
La isla de Man
Las Islas Feroe
1/04/2009 | 9:17
Aisssss…que recuerdos, lo mejor el ultimo parrafo, donde desvelas todos los secretos de aquel viaje!
Despues de la llegada para mi empezaba lo peor! Tener que inventarte todo lo que habiamos hecho…porque a un viaje de esos vamos a divertirnos, a nada mas…y mi madre preguntaba:
-¿Que habeis visto?¿Has hecho muchas fotos?¿Has podido dormir bien?¿Te ha sobrado mucho dinero?
…jajaja…te daban ganas de decirle:
-Yo no iba a ver nada, solo iba para poder hacer lo que en el barrio no se podia, he sacado muchas fotos, pero que tu puedas ver…pocas, he dormido de lujo, cada dia en una cama distinta…porque siempre andaba de habitacion en habitacion, y…¿dinero? que te crees, ¿que las «coca colas» las regalan?
Enfin…buen post! eres un CRACK!
1/04/2009 | 10:52
xD gran post!!
si te digo la verdad, con leer lo de «saltos absurdos y volteretas en gimnasia» ya me enganchaste xD
y los viajes… q recuerdos… siempre habia alguno que se echaba a llorar de forma inconsolable, al menos en los mios xD
sigue así!
1/04/2009 | 10:57
Yo fui en 8º a Menorca y bien, pero en mi colegio al ser algo pijin éramos algo mas niños e inocentes. Estas cosas molan más si hubiese sido con más años y sin tus profesores siguiéndote a todos lados. Menos mal q siempre hay algún compi peludo y alto como chewaca para los recados complicados!! El unico q ligo fue con la hermana de chewaca asique de ese tema volvi satisfecho
1/04/2009 | 11:37
Que recuerdos… yo hice varios, pero un poco cutres, uno a Salou y otro a Lisboa… pero weno, lo pasé genial 🙂
1/04/2009 | 11:38
Por circunstancias, lamentables coincidencias y represiones seculares todos mis viajes de estudios se fueron suspendiendo ante mi desolación.
No fue hasta la carrera cuando partí al ansiado destino. Tras múltiples debates, votaciones y refriegas proponiendo los parajes más inhóspitos y exóticos acabamos en Tenerife, que atendiendo a lo que dedicamos la estancia, cumplió perfectamente con el cometido.
El viaje se sufragó con las propinas del restaurante en el que hicimos las prácticas, evidentemente, era una escuela de hostelería.
Como comprenderéis, a esas alturas ya había dormido fuera de casa, y no siempre sólo, para más inri. A pesar de ello, la ilusión por mi primer viaje de estudios fue indescriptible, tanto que no trataré de describirlo. Sólo decir que cumplió con todas mis expectativas y compensó la espera. Los detalles los omito, ya que esta web se emite también en horario infantil.
1/04/2009 | 11:49
Jaja, que bueno tu viaje, me acabo de mondar leyendo la entrada, la imagen visual de imaginarte todo larguirucho con una minitoalla es impagable, jaja, salu2!!
1/04/2009 | 13:08
Lo de la toalla es buenismo haha
1/04/2009 | 14:36
Yo no fui al viaje de fin de curso por enfermedad. Me hinché a vender mantecados, papeletas y camisetas, para al final no poder ir. Desde aquello no he vuelto a ser el mismo.
1/04/2009 | 14:38
Estos viajes eran toda una experiencia. E incluso nos ayudaban a madurar.
Un poco.
1/04/2009 | 17:49
Joder que bueno.
Me siento identificado 100% contigo «ion».
Parece que todos los jovenes hayamos pasado por la misma infancia independientemente de la ciudad donde estuvieramos jejejejeje
Un saludo!
1/04/2009 | 18:18
Sera que se corrió el rumor de la chiquitita… toalla y por eso no ligaste?
jajaja que estoy de broma hombre, no te enojes vale?!
1/04/2009 | 19:49
Mi primer viaje largo fue a Cazorla mas concretamente a una zona que se llama El Hornillo y produjo eróticos resultados que no comentare aquí XD
1/04/2009 | 20:17
Que recuerdos, los nervios de los padres, sobre todo las madres, una época sin móviles donde no podían llamarnos cada 5 minutos para ver si estabamos bien y esas cosas, jaja, que grandes estos viajes.
1/04/2009 | 20:25
Ostrasss! q hartón de reirrr con lo de la toallaaaa, te lo juro! lo imagino y es que… BUENÍSIMOOOO!!!
Yo el primer viaje lo hice en 8º, y …. y tanto que lo recuerdoooo… en la última fiila del autobús (era de las malotas jejejejjee) jugabamos a «verdad acción o beso» ainnssssss… cuando le tocó al chico que me gustaba (el mas malo malisimo del coleee, no de la clase, del coleee) pidió beso y me tocó a mi… con mis 13 añicos, mi primer besoooo OFICIAL!!! jejejejje y tanto q lo recuerdo!
Gracias por compartir estas «experiéncias» y hacernos recordar esos tiempos… El día q no lo hagas, lo exaremos de menos! Crackkkkkk!
1/04/2009 | 20:56
buen repor,mu nostalgico.
Pero…Ke raro que siendo 1º de abril no ayais hecho la tipica broma…KERIA ESA BROMA xDDD
1/04/2009 | 21:21
jajaja la toalla pequeña…hijole….
si la verdad esos viajes no se olvidan….exceptiuando que al final antes de bajar,siempre se gritaba:
«NO NOS VAMOS NADA!!! QUE NOS SAQUEN A PATADAS!!! y asi durante 15 minutos….seguidos
1/04/2009 | 22:40
Lobacho, aquí en España el día de los Santos Inocentes se celebra el 28 de diciembre, no el 1 de abril.
2/04/2009 | 8:55
Ahi ahi tipo de la brocha, tu duro como el tio Clint.
2/04/2009 | 12:56
jajajaj oko,pero no etamos en españa,estamos en INTERNEEE xDDD cualquier escusa es buena para gastar una broma jaja,en mi curro a los chavales que tengo haciendo practicas se acordaron de mi y de mis ancestros xDDD Yo y el jefe los pusimos a repartir publicidad en la puerta de la competencia y avisamosa un amigo de la competencia apra que saliera y les diera un disgusto…jajaj compinchaos hasta con el demonio xD
2/04/2009 | 20:24
Un metro ochenta en 8º??? Madre de dios,menudo gigante!jajajaj
3/04/2009 | 21:18
Joder, que post más grande, esto es HOLY FUCKING AWESOME!!! Me quito el sombrero y hasta el cuero cabelludo.
Queremos más retrospectivas destas!!
4/04/2009 | 15:11
Mi viaje de fin de curso fue a Madrid, de lunes a viernes, con parada el jueves en el parque de atracciones. ¿Por qué no pondrían el parque el lunes? El jueves estábamos tan acabados que, al menos yo, no conseguí explotar al 100% los recursos del recinto. Eso sí, ese año se inauguraba La Lanzadera y me lo pasé como un crío llegando al suelo antes que mis escupitajos.
5/04/2009 | 1:37
Jejeje Que Viaje!! Este año aca se hace un viaje a Bariloche, al que no voy a ir porque soy el nuevo del curso y sale mucho y tampoco quiero xD
Saludos
6/04/2009 | 10:17
Aun recuerdo mi viaje de finde curso (COU) a Mayorca…
70 salvajes con las hormonas revueltas sueltos por la calle. 🙂
10/04/2009 | 19:30
Muy bueno 😉
21/04/2009 | 19:09
Recuerdo mi viaje de fin de carrera a Túnez. Sólo a unos gilipollas a punto de licenciarse en Historia se les ocurriría organizar un viaje de fin de curso a un país donde está mal visto el consumo de alcohol.
21/04/2009 | 19:10
Por cierto, fuimos para ver las ruinas de Cartago, que se me había olvidado ponerlo en el mensaje anterior.
24/04/2009 | 12:37
Yo os gano a friki a todos: renuncié a mi viaje de fin de curso a cambio de que mis papis me compraran un MSX2+, un ordenador que sólo se vendía en Japón y tenías que pedirlo a un importador de dudosa legalidad. Y para colmo nunca me arrepentí de ello. 🙂
28/01/2020 | 12:20
En aquellas epocas pre-tecnologica, los Viajes Fin de Curso eran un cumulo de leyendas urbanas por parte de nuestros hermanos mayores i primos…
Mi primer Viaje Fin de Curso propiamente dicho fue el de la E.G.B., mas correctamente llamado por varios profesores Viaje Fin de E.G.B., puesto que alegaban que finales de Curso como tal habiamos tenido ocho i este no era un Viaje dedicado al Fin de Curso sino a toda la etapa escolar…
Fue una tourne triangular por Sevilla, Lisboa i Toledo, pasando varios dias en esas tres ciudades, con paradas intermedias de un solo dia en Merida, Elvas, Madrid…
Fueron diecinueve dias un tanto freneticos, tal vez con demasiado autocar…
No se si por ser el primero o porque, pero sigo creyendo que este fue, sin ninguna duda, el mejor de todos. Los que vinieron despues tambien fueron muy buenos, pero este para mi fue el mejor, nunca despues hicimos un viaje de tantos dias, tan compelto i tan… productivo como lo fue este…
En 1º de B.U.P. fui a otro Viaje Fin de E.G.B. de mi antiguo colegio…
Yo me juntaba en el colegio mucho con los alumnos de un Curso inferior, ya que estudaba en ese Curso mi primo i mi hermana (que habia repetido), i cuando estos terminaron, pude ir con ellos como externo, era costumbre de la epoca que siempre se apuntara tambien algun primo o algun amigo externo al colegio, ignoro si eso se podra seguir haciendo ahora con responsabilidad al colegio de turno…
Este Viaje fue a Paris una semanita i pude faltar en 1º casi a final de curso gracias a tener buenas notas pues desde Navidad mis padres ya me advertian que el unico requisito para darme permiso para poder faltar en mayo i poder irme de Viaje con mi hermana, mi primo i sus amigos el tiempo que fuera necesario era tener el temario en orden…
En 3º de B.U.P. hicimos el Viaje ‘oficial’ del Instituto a Andorra, entrecomillo lo de ‘oficial’ porque hubo un Viaje externo al Instituto preparado por algunos padres que preferian para sus hijos un destino diferente, pero el ‘oficial’ fue a Andorra…
Tambien fue solamente una semanita…
En C.O.U. fue la omnipresente Mallorca ¿que pasa con C.O.U. i Mallorca?…
Lamentablemente, el de C.O.U. coincidio parcialmente en fechas con el Viaje de 3º de B.U.P. de mi hermana a Andorra, i teniendo en cuenta que en Andorra ya habia estado i que era exactamente el mismo viaje que el mio el año anterior, puestos a tener que elegir, elegi irme con los mios a Mallorca…
Fueron dos semanitas de piscina, buen tiempo…
Pero incluso en esos momentos, la sombra de aquel tourne de 8º seguia siendo muy alargada…
Saludos…