Ene
9
2013

El prisionero

Compartir en... Twitter Facebook Menéame Whatsapp

The Prisoner - barrotes

«El prisionero». Muchos os preguntareis de qué diablos estoy hablando. Pues estoy hablando de una de las series de culto más grande de todos los tiempos. Esta serie la debería conocer cualquiera que se considere mínimamente friki. Aunque es del 67 sigue influenciando series en la actualidad y si seguís leyendo descubriréis que hasta «Los Simpson» le dedicaron un episodio entero, además de multitud de referencias en otros episodios.

Entonces, ¿por qué nunca habéis oído hablar de ella? Muy sencillo, porque nunca llegó a España. Pasó lo mismo que con «Doctor Who», mientras que en la Gran Bretaña y E.E.U.U. disfrutaban de productos como estos, en España la gente se conformaba con «Marisol», «Pili y Mili» y las comedietas de la época.

Como contaros el argumento sería muy sencillo lo que voy a hacer es una recapitulación del primer episodio. La intro de este episodio dura algo más de dos minutos y es bastante densa ya que te ponen al tanto de por qué pasa lo que pasa y el personaje acaba donde acaba. En los sucesivos episodios cambia por otra que no os puedo contar porque os estropearía la sorpresa. Bien, allá vamos.

En la intro no se escuchan voces, sólo se oye la música (no sé por qué pero me recuerda a la que salía en las pelis de Paco Martínez Soria) y algunos sonidos. Se ve un cielo encapotado y entre el sonido de truenos aparece el protagonista conduciendo un cochazo.

The Prisoner - cochazo

Es importante saber que este hombre es una especie de espía, así que debió faltar el día que explicaron en clase de espionaje la importancia de pasar desapercibido. Callejea un poco por Londres y acaba metiéndose en un parking subterráneo. Baja de su cochazo (no me cansaré de decir que es un cochazo) y se mete por una puerta en la que pone «Salida», os parecerá una tontería que me detenga a comentar estas «minucias» pero es porque todo es muy simbólico. El prota camina con paso decidido por un largo pasillo oscuro y con una cara de perro espectacular.

The Prisoner - careto

Abre la puerta de su jefe de golpe (sin llamar ni leches) y éste, lejos de sobresaltarse con la repentina aparición de su subordinado, no deja de mirar ensimismado un bolígrafo que tiene en las manos. A pesar de que el prota le empieza a echar una bronca de narices no deja de mirar el bolígrafo, debe de ser un bolígrafo precioso o uno de esos en los que sale la foto de una mujer en paños menores y al girarlo le va desapareciendo la ropa. El caso es que pone un sobre en la mesa de su jefe. Para los detallistas, el sobre tiene unas palabras escritas: «privado», «personal» y «entregar en mano». Obviamente es una carta de despido.

Después de poner el sobre lo que hace es pegar un PUÑETAZO en la mesa, y lo pongo en mayúsculas porque con el golpe casi sale volando una taza de té que había ahí. Me apunto esto por si alguna vez pido la dimisión en mi trabajo, lo malo es que la mesa de mi jefe es de cristal pero ¿y lo bien que quedaría lo del puñetazo?

Acto seguido sale del parking en su cochazo y aparece un sospechoso coche funerario que comienza a seguirlo. Mientras tanto una máquina echa su expediente personal, con su foto marcada con una gran X, en un cajón etiquetado como «Dimisiones», uuuh que inquietante. El prota llega a su casa y empieza a preparar las maletas, el pasaporte y demás cosas porque tiene pensado «irse echando leches» a alguna playa caribeña. El prota no lo sabe pero del coche fúnebre se baja un individuo ataviado con el típico traje fúnebre y su típico sombrero de copa fúnebre.

Cuando el prota termina de hacer la maleta empieza a salir gas somnífero por el ojo de la cerradura de la puerta.

The Prisoner - puerta-gas

Él no se percata del gas, empieza a perder la consciencia y cae desmayado. Pero no penséis que se cae de cualquier manera en el suelo como un cualquiera, no, cae desmayado sobre su cama y hasta con la cabeza en la almohada y todo. Eso sí que es desmayarse con estilo. Y, por fin, ya termina la intro y empezamos con el meollo de la serie.

Cuando despierta se acerca a la ventana y al subir la persiana descubre que ya no está en Londres sino en una especie de asentamiento rural. Pero creo que lo que más le sorprende es ver el título del episodio: «La llegada». Acto seguido se dirige a un campanario mirando todas las cosas con las que se cruza con cara de loco y sobreactuando cosa mala cuando suenan unas campanadas.

De todas formas ha visto en un lugar gente, así que se acerca para encontrar respuestas. Y las respuestas que recibe no le agradan. Descubre que el lugar en el que se encuentra se llama «La Villa» y le indican donde puede usar un teléfono. Todas las preguntas las hace en plan «loco perdío» a una señora e incluso le agarra el brazo a la fuerza y la señora no alza la voz en ningún momento ni se asusta. Totalmente creíble.

Cuando habla por el teléfono la operadora insiste mucho en que le diga su número (dato importante) pero él le dice que no tiene y le cuelgan.

The Prisoner - teléfono

Se acerca a un poste informativo y un segundo después de pulsar un botón solicitando un transporte aparece un taxi. La taxista, de rasgos asiáticos y ropa ridícula, le deja en una tienda. Allí le pide al dueño un mapa de la zona y lo que le da es más parecido a los planos que salen en el cartón de los cereales que a un mapa. Cuando le pide uno que abarque una zona mayor le responden que ahí no tienen de eso.

Mientras vuelve al lugar donde despertó (es su nueva casa) se sobresalta con los buenos días que anuncian por megafonía y observa que hay una mujer vestida de doncella en su casa, así que sale corriendo. Cuando llega a la entrada se puede ver que tiene el número seis y cuando va a coger el pomo de la puerta ésta se abre sola. Esto le sorprende, pero le sorprende más todavía que la puerta se cierre sola. Lo malo es que la doncella ya se ha ido. Pero le ha dejado algo: una nota de bienvenida apoyada en un siniestro muñeco.

De pronto suena el teléfono y una voz masculina, además de preguntarle si ha dormido bien (encima con recochineo), le invita a desayunar y le indica: «Número dos, cúpula verde». Se dirige hacia allí y cuando toca la puerta se abre. Ahora seguro que pensáis que la puerta se ha abierto sola… ¡pues no, listos, que sois unos listos!, la puerta la abre un mayordomo enano calvo (se ve que los mayormonos se habían acabado) y ahora que lo pienso igual fue otro enano el que abrió la puerta de antes y yo no lo vi.

El caso es que sigue al enano a una habitación bastante futurista y del centro emerge una especie de burbuja negra que al girar se descubre que es un sillón y en el que hay un inquietante individuo sentado.

The Prisoner - sillón nº2

Después de mostrar como con pulsar un botón puede hacer que salga una silla o una mesa del suelo aparece el enano con el carrito del desayuno y sorprende al prota ya que cada vez que le pregunta si quiere algo destapa una bandeja y ahí está lo que había pedido. Después de esto el prota vuelve a perder la compostura y le exige que le explique qué está pasando. La respuesta es que todo gira en torno a su dimisión.

Básicamente le cuenta que posee información muy valiosa, pero lo que más desean saber es por qué dimitió a pesar del futuro tan brillante que tenía dentro de su «organización». Cuando el prota pregunta que con quién trabaja no recibe ninguna respuesta. En este punto intenta marcharse pero la puerta no se abre y el extraño hombre se levanta y ya se pone serio. Le enseña unos documentos y unas imágenes que demuestran que lo han estado espiando desde que era un bebé y que saben prácticamente todo sobre él. También le menciona que saben que se iba a reunir con un tal Chambers pero que éste nunca apareció.

En resumen, le dice que «Uno» lo quiere saber todo acerca de él y que les tiene que decir el motivo por el que se quería marchar. Si coopera a lo mejor hasta le dan un puesto importante. Pero el prota dice que no, que no dirá nada hagan lo que hagan (una frase muy mal elegida en estas circunstancias). Aquí piensas que después de esto lo meterán en una celda y no pararán de torturarlo hasta que cante como un jilguero. Pues no, como premio le dan un paseo en helicóptero y le enseñan La Villa a vista de pájaro.

Un apunte importante es que el que pilota el helicóptero es el mayordomo enano calvo. Cuando aterrizan siguen con la visita guiada a pie. Agarraos bien porque ahora viene una de las escenas más épicas que llegareis a ver en vuestra vida. Aparece el «Rover», uno de los inventos más mortíferos que podía imaginar la mente humana. Describiros esto me resulta imposible, por eso os pongo la escena tal cual:

Sin palabras, ¿verdad? Llamadme soñador, pero me gusta pensar que el tipo de la camisa a rayas es Wally y el Rover el motivo por el que siempre está escondido.

Por megafonía indican que se dirijan a una especie de oficina del INEM para asignarle un trabajo al prota. También averiguamos que se refieren al villano como «Número Dos». Una vez allí, además de ver carteles como «El que no habla vive una vida feliz» y «Las preguntas son una carga para los demás. Las respuestas una cárcel para nosotros mismos», realiza una prueba de aptitud que consiste en meter un cilindro en un agujero (os aseguro que no es nada pornográfico) y cuando le piden que rellene un cuestionario lo que hace es darle un manotazo al cachivache (muy ridículo, por cierto) que está operando el asignador de empleos y se marcha dejando al pobre hombre recogiendo los pedazos del suelo.

Cuando vuelve a su casa se encuentra con la doncella (bastante guapa, por cierto) y le pregunta qué hace ahí, a lo que ésta responde, con una sorrisa picarona (o por lo menos a mí me lo parece), que es su «doncella personal». En este momento hace lo que habría hecho cualquier hombre con sangre en las venas. En efecto, le dice que debe haber un error y le grita: «¡Largo!». Este prota es un auténtico «Latin Lover». Ante esto la doncella se marcha acojonada.

Pero no acaban las sorpresas. De pronto una pared sube cual persiana mañanera y podemos ver que la casa tiene una ampliación importante. Empieza a sonar una especie de hilo musical de lo que parece ser una radio; vemos otra vez una tarjeta de bienvenida sobre el muñeco siniestro de antes; se rasga el continuo espacio-tiempo, ya que mira una lámpara de lava y la que sale en primer plano es la que tiene a la espalda y lo más desconcertante: encuentra una agenda con anotaciones «aparentemente» escritas por él mismo sobre su llegada (señores, empieza el lavado de cerebro).

The Prisoner - dando la lata

También encuentra un mapa de La Villa (¿no había ido a una tienda para comprar un mapa?, uuuh). Nuestro furioso amigo la paga con la radio que tira al suelo y empieza a patear hasta que queda reducida a chatarra. De pronto vuelve a aparecer la doncella. En vez de actuar otra vez como un loco, usa la cabeza y decide interrogar a la chica. Se entera que otros antes que él han tratado de huir pero siempre han terminado regresando y no siempre con vida. En cuanto le aprieta un poco las clavijas la chica se derrumba y se pone a llorar.

Empieza a contar una historieta de que le habían prometido la libertad si conseguía ganarse su confianza y conseguir la información. El prota, que además de ataques de furia sufre subidas ocasionales de astucia, la cala rápido. De pronto la chica le suplica que le dé algo de información usando el arma más mortífera que puede emplear una mujer contra un hombre: lágrimas de cocodrilo. Como todos sabéis, cuanto más atractiva es la mujer que llora mayor es el efecto y os recuerdo que esta mujer está vestida de doncella. Nuestro héroe de hielo le responde: «No necesitaré sus servicios mañana.». Ante esto se le desencaja la cara a la pobre mujer y se marcha.

Inciso: ¡Mal!¡Muy mal! Yo en su lugar le habría dicho que sólo había una manera de conseguir la información (exacto, sois muy malpensados pero habéis acertado). Una vez concluida la «faena» ella me preguntaría por la información y mi respuesta sería la que dio nuestro amigo «El Chuache» en cierta ocasión: NO. Y ya podría decirle que no necesito más sus servicios. Fin del inciso.

The Prisoner - calvo gafudo

La escena cambia a una extraña sala llena de operarios donde han visto la escena (tienen al prota completamente monitorizado). Entre esa gente se encuentra un calvo con gafas y Nº2. El calvo gafudo le dice que pensaba que el plan tendría éxito. Nº2 le responde que «No es un hombre ordinario. Recibirá un tratamiento especial.».

De nuevo en la casa del prota, aparece un operario calvo para arreglar la radio escacharrada. Notareis que no uso el nombre del protagonista, esto es porque no se dice en ningún momento. El prota deja al operario reparando la radio y se marcha. Cuando pasa por un jardín se cruza con un jardinero calvo que es exactamente igual al operario que fue a su casa. Esto le desconcierta y se pone a correr.

Decide escaparse «a pelo», sin planear la fuga ni nada. Así que os podéis imaginar como acabará. Camina por un sitio rodeado de bustos y conforme avanza los bustos van girando hacia él mientras les brillan los ojos (yo me mosquearía en esa situación). El hombre calvo gafudo está todo el rato observándolo desde la sala especial de antes y se refiere a él como «Número Seis». De pronto aparece el Rover y su terrible rugido y el prota huye como quien ve al diablo.

Al final llega a una playa y aparece un Jeep con vigilantes que empieza a perseguirlo. Con una facilidad pasmosa los neutraliza y les roba el vehículo. Pero los villanos sacan su carta del triunfo: el Rover. El Rover lo tira del Jeep y lo deja medio muerto.

The Prisoner - Rover siempre gana

Aparecen más secuaces que aprovechan su aturdimiento para inyectarle un somnífero. Despierta en lo que parece ser un hospital y descubre que en una de las camas se encuentra Chambers, esa persona con la que tenía previsto reunirse para contarle algo y que además era compañero suyo. Éste le dice que no sabe desde cuando está ahí y que no paran de interrogarlo. Parece ser que lo trajeron del mismo modo que al prota. La conversación se interrumpe con la repentina aparición del médico.

Le van a realizar una serie de pruebas «rutinarias». De camino a la consulta se ven dependencias más propias del Asilo Arkham que de un hospital normal y corriente. El médico enciende un par de luces, pulsa un botón y le dice que está perfectamente y que se puede marchar. También dice que le van a dar ropa nueva porque la que llevaba la han quemado. De pronto, suena una alarma. Un enfermero dice que Chambers ha saltado por una ventana y se ha matado. Esta gente tiene tecnología puntera y no son capaces de poner rejas en una ventana.

The Prisoner - hospital

Al salir del hospital está bastante cabreado, por lo que se dirige a casa de Nº2 para cantarle las cuarenta. Una vez allí se gira el sillón de Nº2 y se encuentra con… un hombre que no conoce de nada. Éste le dice que es el nuevo Nº2. No lo dicen pero soy más feliz pensando que se han cargado al anterior Nº2 por no conseguir sonsacarle la información. Este nuevo Nº2, además de tener un acento horrible, es más directo que el anterior y dice que si no les da voluntariamente la información que quieren se la sacarán a la fuerza y acabará como su amigo Chambers.

Justo cuando va a salir por la puerta, Nº2 se despide con un: «Ya nos veremos. Número Seis.». Aquí se gira mosqueado nuestro protagonista (Nº6 a partir de ahora) y Nº2 le explica que en La Villa TODOS están numerados. Nº6 responde con la mítica frase: «No soy un número. Soy una persona.». Cuando alguien diga vuestro DNI o cojáis uno de esos ticket numerados para hacer cola gritad esta frase.

Ya en casa escucha una alegre música en el exterior. Cuando se asoma a la ventana para ver de qué se trata resulta que es la banda que acompaña el ataúd de su amigo para el funeral. Si los funerales son así de animados el día que celebren una fiesta tiene que ser el despiporre padre.

Se fija en una mujer que no se acerca a la multitud pero que está llorando y decide hablar con ella. Parece ser que estaba liada con Chambers. Nº6 quiere sacarle toda la información posible pero ella dice que ahí no pueden hablar, así que quedan en un concierto para seguir hablando.

The Prisoner - Ágatha Ruiz de la Prada

Ya en el concierto, la chica dice que sabe cómo escapar de La Villa (planeó la huida con Chambers) y que va a ayudarle. El plan consiste en robar el helicóptero. Necesitará un «electropase» para saltarse las medidas de seguridad. Afortunadamente ella tiene uno que consiguió del anterior piloto dejándose pasar por la piedra. No lo lleva encima así que quedan en otro lugar donde se lo entregará y se marcha, pero Nº6, que no es tonto, la sigue.

En la siguiente escena aparece Nº2 hablando, gira la cámara y podemos ver a la mujer sentada delante de él. Nº2 le dice que lo ha hecho muy bien (¡Maldita traidora!). Le da el pésame por la muerte de Chambers y le asigna una nueva misión, que tiene bastante que ver con Nº6.

Más tarde, la mujer le entrega el electropase (que no es otra cosa que un reloj con una lucecita) donde habían acordado. Aquí Nº6 le pregunta si piensa que es imbécil porque la vio entrar en casa de Nº2 y sabe que trabaja para él. La mujer intenta justificarse y Nº6 le propone que huya con él si el plan no es una trampa. La mujer al final se marcha. Aunque bastante mosqueado, Nº6 decide intentar ejecutar el plan.

The Prisoner - relojazo

Cuando se acerca al helicóptero el temible Rover lo está custodiando, pero con la ayuda del electropase consigue meterse en la cabina y poner en marcha el aparato. Parece que todo va viento en popa pero de pronto podemos ver a Nº2 partiéndose de risa mientras está viendo todo en un monitor. Nº 2 hace una seña a un operario y de pronto Nº6 es incapaz de controlar el helicóptero, que vuelve al lugar de donde despegó.

Entretanto, un hombre invita a la traicionera mujer a una partida de ajedrez y le dice unas acertadas palabras: «Todos somos peones, guapa». Además podemos ver un giro argumental increíble: Chambers no sólo está vivito y coleando sino que está compinchado con Nº2. Chambers le pide que no sea duro con la chica, comenta que sus jefes se alegrarán de saber que no hay riesgo de fuga y se marcha. Como ya estamos acostumbrados a los giros inesperados de guión igual no lo apreciáis, pero en 1967 estoy seguro que los espectadores se cayeron de culo al ver esto y crearon la expresión: «What the fuck!».

Una vez en tierra, el Rover «acompaña» a Nº6 lejos del helicóptero. Y aquí acaba este primer episodio. Aunque he omitido algunas cosillas menores (como que el símbolo de La Villa es una especie de velocípedo con toldo y aparece por todas partes) podéis observar que muchos de los elementos de esta serie se han empleado o influenciado en series actuales.

¿Logró Nº6 escapar de La Villa al final? Yo no os lo voy a decir. Si lo queréis saber os veis la serie. Pero desde luego os aseguro que conforme avanza la serie van surgiendo más y más misterios. Si habéis tenido la paciencia de leeros el tocho que he escrito os felicito, ahora estáis más cerca de la iluminación. De regalo os pongo una captura de una cosa que me llamó la atención, a ver si sois capaces ver qué falla aquí.

The Prisoner - enigma misterioso

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Categorías: Cine-TV

16 comentarios

  • El Chachi
    9/01/2013 | 9:57

    Pues nada, ¡OTRA VEZ!
    El vídeo que debería estar y no está es:
    http://www.youtube.com/watch?v=I6Ffr1U7KMY

    Responder a El Chachi
    • q256
      9/01/2013 | 13:34

      ¡Ya está arreglado! Por alguna razón, con la nueva versión de WordPress, en el momento de publicarse el artículo, los vídeos desaparecen. Tengo que seguir investigando la causa.

  • Gabriel
    9/01/2013 | 18:42

    ¿El enigma es que el teclado tiene repetido el nº 6?

    Gran análisis. Conzco esta serie desde hace años. El hacerlo me ha permitido, entre otras cosas, mirar por encima del hombro a los pesadísimos fans de «Perdidos» durante los años de fama de la serie.

    Responder a Gabriel
    • El Chachi
      9/01/2013 | 19:04

      Te hace falta jugar más aventuras gráficas porque no has acertado el enigma.

  • Hollister
    9/01/2013 | 19:18

    Genial artículo. Vi esta serie hace años y es una paranoya sin sentido, pero mola. Bonus extra si la ves doblada en latino como yo jajaja.
    El enigma si no me equivoco es que no hay ningún numero con 7.
    El rover en principio iba a ser un robot parecido a los daleks, pero tuvieron problemas con el prototipo que acabo en el fondo del mar y acabaron usando la temible burbuja que ya conocemos.
    Y si quereis saber el final os lo destripo yo:
    El numero 6 consigue regresar a Londres bailando cogido de la mano del mayordomo enano calvo (no es coña)

    Responder a Hollister
  • Hollister
    9/01/2013 | 19:22

    2 cosas mas que se me olvidaban:
    Iron maiden tiene un tema genial sobre la serie llamado The prisoner, altamente recomendable.

    Y la paranoya máxima: leed el segundo párrafo de esto:
    http://es.wikipedia.org/wiki/The_Prisoner#Interpretaciones_y_rumores

    Responder a Hollister
  • Satur
    9/01/2013 | 21:26

    Oh, Dios mío, no hay número 7. Sin duda tiene algo que ver con… bueno, con algo.

    Gracias por el artículo, me he reído mucho y me han dado ganas de ver la serie, y de buscar a Wally.

    Responder a Satur
  • Hollister
    9/01/2013 | 22:08

    Me habeis borrado el comentario donde resolvi el enigma, supongo que fue por destripar también el fin de la serie jajajja
    Pero sí, creo que es que no hay ningún numero 7.
    Podias resumir más capis de esta serie, porque tiene tela.

    Responder a Hollister
    • q256
      9/01/2013 | 22:48

      Por alguna razón el comentario había quedado en cola de moderación ¿inteligencia artificial?

  • Flyper
    9/01/2013 | 22:51

    Yo todavía no he cerrado la boca del asombro de ver ese despropósito que es el episodio final.

    All you need is love… pa pararará~

    Responder a Flyper
  • Huguito
    10/01/2013 | 19:27

    Muchas gracias, por fin le encuentro sentido al capítulo de Los Simpsons del Señor X, donde a Homero lo llevan a una isla similar por su página web! Excelente artículo!

    Responder a Huguito
  • Thor-kemado
    11/01/2013 | 9:51

    Eso de ke Doctor Who no llegó a España…miratelo,por ke en telemadrid la emitían.Al menos yo recuerdo haber visto algún ke otro capítulo en Telemadrid allá por los años 90 y pocos u 80 y muchos

    Responder a Thor-kemado
  • El Chachi
    11/01/2013 | 10:12

    Hollister: yo me la tragué en versión original, así que no pude disfrutar del doblaje que comentas. Has acertado el enigma, Dora y Botas van para tu casa a darte el premio pero van a tardar porque están decidiendo qué camino tomar, si el de la derecha o el de la izquierda. No creo que vaya a poner más episodios.

    Satur: ? ?¿Dónde está Wally?? ?

    Flyper: despropósito, surrealista, forzado… ¡paranoia, paranoia!

    Thor-kemado: por tierras andaluzas no se le vio ni la bufanda a Tom Baker.

    Responder a El Chachi
    • Quark
      17/04/2013 | 2:11

      Me ha dado por mirar en la hemeroteca del ABC, y parece que el Cuarto sí visitó el sur: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1989/11/28/103.html

    • El Chachi
      17/04/2013 | 9:54

      Pues sí. Parece que el límite de mi memoria no llega a los seis años de edad. Me da mucha rabia no acordarme de la serie; la de juegos que me habría inventando conociéndola.
      Por la hora a la que la echaban la debió sustituir «Enano Rojo» unos años más tarde. No había tarde que me la perdiese.

  • txin
    22/01/2013 | 15:17

    ya conocia la serie, pero no por el tema de verlo en la TV, si no por un tema de iron maiden, que empieza, con la conversacion del segundo numero 2 ,»i`m a not number, i`m a free man¡¡» el grupo le pidio al creador de la serie si podian incluirlo en el tema..

    se que hay una version mas actual,pero creo que cayo en el olvido, un saludo¡¡

    Responder a txin

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